Investigadores de España yPortugal han descubierto un nuevo enclave de arte paleolítico al aire libre situadojunto al Arroyo de las Almas, un paraje ubicado en La Fregeneda próximo a la desembocadura del río Águeda en el río Duero. Así lo incluye Dicyt en su web, que además apunta que los científicoscalculan que hay unos 600 grabados de diversas épocas, pero destacan laimportancia de 21 de ellos que pertenecen al Paleolítico Superior y han podidoestudiar de forma detallada.
La revista Trabajos de Prehistoria recoge este hallazgo en unartículo de Carlos Vázquez Marcos, investigador del Departamento dePrehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca, yMário Reis, arqueólogo de la Fundação Côa Parque. Ambos encontraron losgrabados verticales en 2015 sobre rocas de pizarras y esquistos y ahora lo dana conocer tras los estudios científicos pertinentes.
El nuevo enclave se sitúa cerca de laszonas arqueológicas de arte rupestre prehistórico de Siega Verde, también en laprovincia de Salamanca, y el Valle del Côa, en Portugal, que son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. De hecho, tienen mucho en común: “Es arte paleolítico alaire libre, con figuras de estilos muy similares”, explica a DiCYT Mário Reis.
El parecido es mayor con el valleportugués, que queda un poco más cerca. “Existen varias técnicas de grabado enroca, pero en el Valle del Côa predomina la incisión, la única que observamosen Arroyo de las Almas. Consiste en realizar un trazo muy fino rayando la rocacon útiles de sílex o cristales de cuarzo”, comenta Carlos Vázquez. Aunque noera propio de la zona, el sílex es un material de intercambio habitual entrelos cazadores y recolectores del Paleolítico con grupos de su entorno, a vecesde lugares relativamente alejados.
Los animales representados en esteenclave de La Fregeneda también son los mismos que se pueden encontrar en losotros dos sitios de grabados rupestres: ciervos, équidos y cabras. De los 21paneles estudiados, hay 13 con motivos zoomorfos, 7 que representan signos y 1motivo indeterminable.
Otro aspecto que relaciona Arroyo de lasAlmas con el Valle del Côa es la amplia cronología de las figuras. Los grabadosmás antiguos, que son los que han estudiado en profundidad sus descubridores,serían de entre hace 17.500 y 9.500 años, de forma que pertenecen alPaleolítico Superior y a la última de las grandes culturas de este periodo, laMagdaleniense, e incluso a un periodo de transición posterior que vaanticipando la llegada del Neolítico.
Pero los grabados de Arroyo de las Almas “no están hechos en un solo momentoarqueológico, nos encontramos también con arte muy posterior, de la Edad delHierro, y arte agropastoril y popular de los siglos XVII, XVIII y XIX, quetambién es importante, no para nosotros, que somos prehistoriadores, pero sípara antropólogos s historiadores de la Edad Moderna", señala el expertode la Universidad de Salamanca.
Originalidad propia
No obstante, los grabados paleolíticos de Arroyo de las Almas no son una meracopia de los encontrados anteriormente en el Valle del Côa o en Siega Verde,sino que “tiene su propia originalidad en los cuatro períodos cronológicosconsiderados, lo que lo hace muy interesante, no es un punto más en el mapa delarte paleolítico”, destaca Mário Reis.
Este arqueólogo portugués comenzó a realizar prospecciones en el Valle de Côaen 2005. Poco después exploró la zona de la frontera entre España y Portugal y,por las características geológicas, pensó que allí también podría habergrabados rupestres. El Arroyo de las Almas, afluente del río Águeda, discurrepor un pequeño valle que “parecía ser muy favorable a la existencia de más arterupestre”. Así que Reis y Vázquez decidieron realizar un proyecto conjunto enel lugar y tuvieron “la suerte de poder descubrir un excelente conjunto denuevos grabados”.
Difícil acceso
El lugar en concreto “tiene un acceso muy difícil” y además cuesta encontrar asimple vista los grabados más antiguos. Aún así, es evidente que habían sidovistos por la gente del entorno, que a lo largo del tiempo ha ido dibujandonuevos motivos encima o al lado, pero no se había producido el descubrimientocientífico, es decir, un estudio riguroso que pudiera revelar de qué setrataba.
“El estado de conservación no es muy diferente del observado en Siega Verde oCôa, y eso tiene mucho que ver con la resistencia de estas superficies deesquisto al paso del tiempo”, señala el arqueólogo portugués. No obstante,algunos grabados están muy desgastados, sobre todo en zonas más cercanas alarroyo, donde ha habido mayor actividad humana.
Dadas las dificultades a la hora de observar todos los detalles, losinvestigadores utilizaron técnicas de iluminación nocturna específicas parapoder estudiar y documentar los principales paneles. “Aún queda mucho porhacer, especialmente utilizando nuevas tecnologías como la fotogrametría, loque quizás revele nueva información, incluso en paneles ya estudiados pero depercepción visual muy difícil y donde algunos detalles pueden haber escapado ala observación”, apunta Reis.
Extraordinaria información sobre un periodo remoto
La información que aporta Arroyo de las Almas es extraordinaria, puesto queconsolida el valle del Duero como “la gran región de arte paleolítico al airelibre, desde Portugal hasta España, y evidencia una red importante de contactosy conexiones en este período tan remoto”. Además de Siega Verde, Côa yeste nuevo lugar de La Fregeneda, en un radio cercano hay unas cuantasmanifestaciones más de este tipo de arte, ubicadas en territorio portugués yespecialmente en torno al río Sabor.
“Que haya arte significa que ha habido población y, además, probablemente deforma más continuada de lo que se había pensado. Ahora habría que buscar loslugares de asentamiento, yacimientos de los lugares de habitación, que tienenque estar en el entorno”, comenta el prehistoriador de la Universidad deSalamanca.
Además, cada vez resulta más evidente que “el arte paleolítico al aire librefue más frecuente de lo que se pensaba hace unos años”. Las representacionesartísticas de este periodo no se limitan a las cuevas, como demuestran estosenclaves y algunos otros de la península ibérica, así como de Francia yAlemania.
“Uñas del diablo”
Los grabados de otras épocas también son muy relevantes, desde los quepertenecen a la Edad del Hierro hasta los de arte popular de la Edad Moderna.Además, hay otra roca con grabados típicos del neolítico esquemático y otrasdos con un tipo de grabados muy interesantes: aglomeraciones de trazas linealesque son relativamente abundantes en la cercana cuenca portuguesa del Duero,donde se les conoce con el nombre de "uñas del diablo”. Es la primera vezque se identifican grabados con estas características específicas en España.
“Sería interesante extender la prospección arqueológica a otras partes delvalle del Águeda, ya que podría haber más puntos de interés. Uno de losrefugios que detectamos con grabados de la Edad de Hierro también parece tenerposibles rastros de ocupación de este período, y podría ser muy útil paraalgunos especialistas de este período intentar excavar”, afirman los investigadores.
¿Un recurso turístico?
Teniendo en cuenta la importancia del descubrimiento, al menos desde un puntode vista científico, cabe preguntarse si Arroyo de las Almas podría convertirseen un lugar turístico, como lo son ya Siega Verde y el Valle del Côa. “Tengoalgunas dudas sobre este aspecto, debido a la extrema dificultad de lapercepción visual de la mayoría de las figuras, que se suma a los problemaspara acceder a varias de las rocas decoradas”, señala el especialistaportugués, “pero éste es un aspecto que las autoridades competentes en Españapodrán analizar mejor, teniendo en cuenta que el sitio es sin duda interesante,especialmente en sus figuras del Paleolítico y de la Edad del Hierro”.
Carlos Vázquez considera que ahora “lo prioritario es la protección y laconservación”, tareas de las que tendría que ocuparse la Junta de Castilla yLeón. Una vez que se garantice la seguridad frente a posibles actos devandalismo, podría pensarse en las visitas, aunque algunas de lasrepresentaciones se encuentran en rocas casi inaccesibles.