Casitas llenas de nieve, cascanueces de todos los colores, bastones de caramelo, regalos, estrellas y mucha purpurina. Santa Marta ha convertido sus espacios públicos en un auténtico poblado navideño gracias a las manos de quienes han elaborado cada uno de los adornos que decoran la plaza de España de la localidad. Es su Villa Navideña, su Rovaniemi particular, que atrae a numerosos curiosos y visitantes, sobre todo los fines de semana.
Un tren en el centro del montaje permite que los más pequeños disfruten mientras descubren detalles en cada una de las figuras que componen la villa. Copos de nieve, elfos, el trineo de Papá Noel, el buzón para que los más pequeños dejen sus cartas, baúles gigantes llenos de caramelo, gallegas de jengibre, bastones gigantes de caramelo y mucho verde navideño combinado con lazos y todo tipo de elementos decorativos hacen de esta villa navideña un atractivo para una localidad que está apostando por un turismo diferenciador, apoyado en la cultura, el arte urbano y la naturaleza.
Además, en el interior del Ayuntamiento se ha montado una auténtica tienda de juguetes navideños, con su carro de chocolates, sus figuras, sus muñecos y adornos navideños. Una oportunidad para ver una navidad distinta a las tradicionales luces navideñas y disfrutar de una villa de Papá Noel al lado de casa.
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