El Miércoles de Ceniza es una ceremonia que marca el inicio de la Cuaresma cristiana, un periodo de reflexión y arrepentimiento que se extiende hasta la Semana Santa. Una fecha con mucho arraigo, que gana exclusividad en el municipio de Miróbriga con la tradicional ‘Pedida de Cenizos’, una celebración única en el mundo que tiene lugar todos los martes de Carnaval al caer la tarde desde el año 2019.
Es el colofón de los carnavales, el cierre de cinco intensos días donde el toro ha sido el protagonista de las calles por su presencia y su olor en cada rincón, por la afición que desprende y sobre todo por la unión que consigue. Como una forma de ensalzar su importancia, la figura del toro bravo vuelve a tener un protagonismo singular este martes de Carnaval, donde, siguiendo la tradición, se procede a la quema de un gran astado de color naranja, respetando el sentimiento de los ‘farinatos’, como se definen los vecinos nativos de Ciudad Rodrigo.
La creación de la talla del astado de Cenizos corre a cargo del taxidermista salmantino José Luis Martín Moro, que, en forma de donativo, y con ayuda familiar de su esposa e hijos, comienza a trabajar esta escultura de unos 90 kilos desde mediados del mes de diciembre. Un trabajo realizado con mucho mimo y al detalle, como trabaja este profesional de la taxidermia, caracterizado por la expresividad que da a los animales que trabaja en su taller de Serradilla del Arroyo.
Un recorrido que según apuntan desde la Asociación se ha visto modificado este año tras toparse en anteriores ocasiones con varias problemáticas: “Estos años nos encontramos con el problema de que los martes por las noches las peñas de los jóvenes estaban cerradas pese a que aportaban su dinero para la celebración de la petición de cenizos.
El año pasado decimos hacer la procesión por la calle Madrid donde se invitaba a un vino, y en la plaza del Buen Alcalde las peñas daban también pinchos, pero pasaba que la mayoría de la gente nos estaba esperando en la plaza, entonces como nos daba ‘palo’ que nos estuvieran esperando durante tanto tiempo, este año hemos suprimido la procesión del toro por las calles, aunque era muy bonita porque venía mucha gente acompañándonos y el toro era llevado a cuestas por los mozos de las peñas, pero era absurdo que la gente nos estuviera esperando en la plaza. Por eso, hemos introducido cambios este año y solo lo vamos a hacer desde la plazuela del Buen Alcalde hasta la Plaza Mayor únicamente, y sin procesión, donde tendrá lugar la quema del toro”.
Un toro, que según destacan desde ‘Carnavaldeltoro.es’ es donado desinteresadamente por Ibernatur: “Es un gesto muy bonito, y le estamos muy agradecidos porque todo el peso de la realización del toro lo lleva José Luis”. Una aportación, que según el propio artista “nos enorgullece poder aportar desinteresadamente a nuestro Carnaval del Toro y aportar nuestro granito de arena”.
Una vez que el toro es llevado por las peñas hasta la plaza se da rienda suelta al ‘ritual’, donde según indica Emilio “la gente que quiere le pone sobre el lomo las garantilla repartidas en San Blas y algunos pañuelos del Carnaval para que se quemen con el propio toro cuando este arde. Es una forma de despedir el Carnaval”.
En cuanto al momento de la quema explica que “cada año entre todas las peñas que participamos se prendía al toro con escobas y pastillas para prender, pero este año para hacer el acto un poco más bohemio hemos decidido que los vamos a prender con una antorcha para darle simbolismo”.