Después de varios meses de reuniones, ha nacido la Coordinadora con el objetivo de que el proyecto minero de Berkeley no salga adelante. El portavoz, Felipe Yuste, explicaba que algunos colectivos estaban luchando por ello de manera independiente y sentían la necesidad “de coordinar esos esfuerzos”. Además, también aspiran a funcionar de “altavoz de toda la gente que no puede hacer que su voz sea oída”.
Aseguran que la mina afectaría no solo a la comarca, sino a toda la provincia en general. “Nos han vendido que va a ser un proyecto de futuro, pero son vendedores de crecepelo”. Añaden que habría problemas medioambientales y de salud. Y no solo eso, piensan que, socioeconómicamente hablando, “no va a ser la solución”, puesto que cuando el proyecto acabe, la zona quedará en peor estado.
La coordinadora llevará a cabo una campaña de aquí a febrero en la que, además de la manifestación en la que se rechace el proyecto, exigirán a las autoridades que no concedan las licencias necesarias que faltan. Organizarán diferentes actuaciones, entre las que hay charlas, cine fórum y otras acciones lúdicas.
Con esto no se quieren centrar en el medio urbano de la capital de Salamanca, sino que las actividades estarán diseminadas por los pueblos, que son “los afectados realmente”.