La Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración, conocida popularmente como la Cofradía del Silencio, celebró este martes una de sus tradiciones más arraigadas y participativas previas a la esperada procesión del Jueves Santo: el solemne besapiés al Cristo del Silencio.
La iglesia de San Pedro y San Isidoro se convirtió en el epicentro de la devoción mirobrigense, acogiendo a un gran número de cofrades, fieles y representantes institucionales que quisieron mostrar su respeto y veneración a la imagen cristífera. El acto estuvo presidido por el párroco y capellán de la Cofradía, Ángel Martín Carbayo, quien guio la ceremonia en la que los miembros de la hermandad procedieron a descender la venerada talla del Cristo para facilitar el tradicional besapiés.

Entre las personalidades que participaron en este significativo acto religioso se encontraban el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, Ramón Sastre, así como los delegados municipales José Manuel Jerez y Manuel Montejo. Su presencia subraya la estrecha vinculación entre la Cofradía del Silencio y las instituciones locales. Asimismo, el besapiés contó con la asistencia de los presidentes de las diferentes cofradías de la Semana Santa mirobrigense, quienes quisieron acompañar a la Hermandad del Silencio en este importante momento de recogimiento y preparación espiritual para la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

La notable afluencia de público, incluyendo cofrades y numerosos fieles, puso de manifiesto la profunda devoción que despierta la imagen del Cristo del Silencio en Ciudad Rodrigo.
Este acto sirve como preludio solemne a la procesión del Jueves Santo, uno de los momentos más emotivos y significativos de la Semana de Pasión en esta localidad.
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