Como marca la tradición el Sábado de Carnaval se ha estrenado un año más en Miróbriga con la capea nocturna. Para esta ocasión, el Consistorio de Ciudad Rodrigo ha reservado dos astados de la ganadería vallisoletana de Brazuelas que en su conjunto han sido nobles, de mejor condición el segundo, que dio un buen juego, permitiendo lucirse a los mozos en sus recortes y donde también han podido estrenarse los famosos capas, tan presentes desde los inicios de esta fiesta popular.
Ansiosos del Carnaval pero sobre todo de ver al toro, lucía el coso artesanal mirobrigense lleno de público. Su tradicional charanga, con la importancia que tiene la música en estos festejos, animaba a los asistentes, calentando motores.
Después de la cogida de barreras y con los más valientes ubicados en diferentes partes del cuadrilátero daba comienzo uno de los festejos más esperados.
Los Brazuelas de bella estampa y gustosa presentación, no fueron acordes con su comportamiento, se agotaron rápido, aplazándose en tablas.

El primer festejo del carnaval finaliza sin percances que lamentar, en lo que a incidentes por asta de toro se refiere, aunque con un gran susto para un hombre que resultó prendido por el primer toro, que se repitió, cuando estaba en el burladero. También se ha llevado a cabo un bonito gesto en homenaje a la memoria de Álvaro Pérez, el joven cuyo cuerpo fue hallado sin vida a finales del mes de enero en la finca Cantarranas. Un mozo, antes de la salida del segundo toro, sacó una tela blanca que ponía “Álvaro siempre con nosotros”.
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