Tras una mañana accidentada en la que hahabido hasta seis heridos en el Toro del Antruejo y en el encierro, laprogramación festiva ha continuado este sábado en Ciudad Rodrigo. La tarde hacomenzado con el desfile de disfraz callejero, que aúna el individual ycolectivo. Así, se han podido ver en la plaza divertidos trajes: desdesuperhéroes, pasando por la mafia y hasta uno con espíritu solidario animando adonar órganos.
Ya a las 16:30 horas comenzaba un gran festival festival conpicadores con cuatro novillos de la ganadería de Garcigrande. Domingo Hernándezpara los diestros: David Fandila ?El Fandi?, Juan del Álamo, José MaríaManzanares, Juan Antonio Pérez Pinto.
Precisamente, iba a ser el novillero local, Pinto, uno delos grandes triunfadores de la tarde, ya que la plaza de todos de CiudadRodrigo aclamó su desempeño y su forma de lidiar, logrando cortar dos orejas desu astado. Una faena similar a la que, minutos antes, protagonizó José MaríaManzanares, el más querido por las casi 3.000 personas allí presentes que veíancomo el torero debutaba en el Carnaval del Toro y lo hacía cortando dos orejas.
Tampoco le fue mal al también local Juan del Álamo que, sibien tuvo problemas al principio, finalmente supo reponerse para cortar tambiéndos orejas. Comenzó el gran festejo El Fandi que, quizá por ser la primera vezque toreaba en la plaza de toros de Ciudad Rodrigo o por ser el primero de latarde, no tuvo la faena que él deseaba, aunque logró cortar una oreja.
Acontinuación, capea y desencierro tradicional en el que han resultado heridas tres personas: un joven de 27 años, natural de Laguna de Duego, que ha sido trasladado al Virgen de la Vega con varetazos y politraumatismos tras cogido por toro en la Plaza; un joven de Nicaragua de 20 años de edad con una herida inciso contusa en frente y labio superior, con pronóstico reservado; y una mujer de 46 años con una herida incisocontusa en mano izquierda .
Además, tambié ha precisado atención médica un vecino de Robleda de 68 años que presentaba un síncope vasovagal -desmayo tras ver una situación angustiosa o de mucha sangre- cuyo pronóstico es reseravdo.