La situación sanitaria hace que Béjar no pueda celebrar por todo lo alto el Corpus Christi, Fiesta Declarada de Interés Turístico Internacional. Este domingo, 6 de junio, se ha producido un acto simbólico con la decoración de la Plaza Mayor y la fachada del Ayuntamiento, la elaboración de una alfombra delante del Consistorio y dos Hombres de Musgo -dos abanderados, el síndico y los maceros- como símbolo de la representación de la parte civil de la procesión del Corpus.
Los Hombres de Musgo que se han vestido son Pedro Luís Arcador Sánchez y Mª Luz Macayo, los abanderados Roberto Mannini y José Ángel Cardoso y el síndico y maceros: Blanca García Sánchez, Victoria Muñoz Blázquez y Mª Teresa Hernández de los Santos.
Lista de espera para vestirse de Hombre de Musgo
La procesión del Corpus Christi fue declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en junio de 1998, Nacional en mayo de 2010 y Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el 27 de mayo de 2019.
En estos momentos hay 39 personas en lista de espera para salir vestidos de Hombre de Musgo en la procesión de los próximos años, con lo que lleva a reservas hasta el año 2028.
Origen
A mediados del siglo XII, en tiempos del reinado de Alfonso VII de Castilla, Béjar vuelve a manos cristianas después de cinco siglos musulmanes. Cuenta la leyenda que la noche previa al 17 de junio, festividad de Santa Marina, las tropas cristianas cubrieron sus ropas y sus armas con musgo y, aprovechando la oscuridad de la noche, se acercaron a las murallas que defendían la ciudad, apostándose junto a sus puertas y esperando hasta el amanecer.
Con la primera luz del día los centinelas musulmanes, que no habían visto a los cristianos debido a su disfraz, abrieron una puerta de la muralla, circunstancia que aprovecharon éstos para entrar en la ciudad y conquistarla. De aquellos hechos quedó en el recuerdo la conocida desde entonces con el nombre de “Puerta de la Traición”, se construyó la ermita de Santa Marina y el pueblo revivió la gesta de los hombres de musgo año tras año en una tradición que, en el siglo XIV, se fundió con la fiesta del Corpus Christi (instituida por el Papa Urbano IV en el año 1263) llegando hasta nuestros días.
Fotos: ICAL