Hasta 6.500 hogares de 43 localidades salmantinas accedieron a fibra óptica en diez meses (entre septiembre del año pasado y el mes de junio del actual ejercicio). Se trata de familias que viven, sobre todo, en áreas rurales, peor comunicadas y con mayores necesidades de conectividad. Comenzaron los trabajos en Añover de Tormes y sigue extendiendo su red en la provincia según el programa previsto por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.
La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López, recibió en la sede de la institución a la empresa, quien le explicó los detalles sobre el nuevo equipamiento, así como los despliegues activos y aquellos que están por llevarse a cabo. Ambos coincidieron en la importancia de la fibra óptica para hacer frente a la despoblación, como un freno a la marcha de los jóvenes que se registra desde hace años en numerosos pueblos de la provincia.
Esas 43 poblaciones se ubican en las comarcas de Guijuelo, de Tierra de Ledesma, de Vitigudino, de Campo Charro y también en el área metropolitana de Salamanca capital. Destacan Barbadillo (550 inmuebles cableados con fibra óptica de la compañía), Arapiles (450), Aldeanueva de Figueroa (350), Mozárbez (ídem) o Parada de Rubiales, con 300 viviendas conectadas por Adamo, entre otras.
El Internet de Adamo, hasta 1.000 Mb de señal, alcanza también a aldeas con apenas un puñado de habitantes: Santo Tomé de Rozados, con sólo seis moradores, Cilleros el Hondo (siete), Palacinos (12), Tirados de la Vega (17) y Naharros de Valdunciel (22 pobladores).
Asimismo, se ha continuado expandiendo fibra óptica en Carrascal de Barregas, La Fuente de San Esteban, Miranda de Azán, Adalia, Benarfaces, Cabreros del Monte, San Cebrián de Mazote y Torrescárcela a lo largo del mes de julio.
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