“Como puede ser que se gasten 400.000 euros con lo penosas que han sido las fiestas de este año”, es el comentario de los albenses cuando conocen el coste de las mismas.
La respuesta es sencilla, tenemos un equipo de gobierno comandado por la alcaldesa y su segundo teniente de alcalde que hacen y deshacen a su antojo, gobernando desde la tiranía y donde no solo se ignora a los grupos de oposición, sino también a sus propios concejales, a los que les dicen que ellos mandan y se hace lo que ellos dicen.
Un ejemplo claro fue el Tributo a Joaquín Sabina, programado el día 15 de octubre, donde los miembros del equipo de gobierno se echaban la culpa unos a otros por no celebrarse el acto ni a la hora programada ni en dignas condiciones.
El desgobierno vivido en estas fiestas comenzó con la publicación de horarios y lugares de celebración de los actos, siendo tantos los errores, que acudir a los eventos a la hora y lugar correcto se convertía en un auténtico sudoku.
La suciedad y abandono mostrada en las calles y plaza mayor durante estos días festivos, no contribuye desde luego, a mostrar nuestra mejor imagen a los forasteros que nos visitan.
Centrándonos en la programación, una vez más hemos visto espectáculos de ínfima calidad, siendo en ocasiones el hazmerreír de comarca y provincia. Se contrata siempre con los mismos agentes, a golpe de talonario. Solo así se entiende que ciertos espectáculos cuesten bastante más en nuestro municipio que en otros cercanos. Esto es algo reconocido por el concejal de festejos durante un pleno. De esta forma, la deuda de nuestro consistorio sigue aumentando, situándose en cerca de 2.500.000 euros.