El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha comenzado a difundir la campaña 'Menores sin alcohol', cuyo objetivo es sensibilizar a los adultos y hacerles conscientes de que los consumos de alcohol a edades tempranas afectan al desarrollo madurativo de los menores.
La campaña estará activa desde el8 de noviembre hasta el 29 de este mismo mes y se va a difundir en múltiples soportes comunicativos. Durante el tiempo de duración de la campaña se utilizará el hashtag #MenoresSinAlcohol en las comunicaciones del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas en las redes sociales.
La campaña incide en que es responsabilidad de todos los adultos contribuir a generar una sociedad menos tolerante con el consumo de alcohol entre los menores. Los resultados que se persiguen sólo son posibles con la implicación de todos: administraciones, partidos políticos, sectores comerciales de producción, distribución y ocio, medios de comunicación, comunidad educativa, asociaciones de padres y madres, en definitiva, de toda la sociedad.
En este sentido, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad considera necesario modificar la cultura existente con respecto al uso y abuso del alcohol, generando un debate social sobre los riesgos de su consumo por los menores de edad, tanto por su salud como para su seguridad, que esta campaña contribuirá a impulsar.
Las encuestas llevadas a cabo por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas determinan que existe una gran permisividad social y una escasa percepción de riesgo, sobre el efecto en los menores de dichos consumos.
Últimos datos de Estudes
En cuanto a los daños orgánicos, el alcohol afecta al hígado, al páncreas y especialmente al cerebro de los menores, ya que todavía se están desarrollando y madurando.
El hecho de que la última Encuesta Estatal sobre uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) realizada por la Delegación del Gobierno para el PNsD revelara que el 68,2% de los menores de edad consumió alcohol en el último mes, tiene un gran protagonismo en la campaña 'Menores sin alcohol'.
El consumo de alcohol a edades tempranas interfiere en el desarrollo madurativo del Sistema Nervioso Central y es que, a cualquier dosis, el alcohol produce en los menores déficits relacionados con la capacidad de concentración y resolución de tareas, tanto para este periodo de edad como para el futuro. El 18% de los alumnos reconoce haber sido incapaz de recordar lo sucedido la noche anterior tras haber consumido alcohol algún día del último año.
Los daños psicosociales son:
-Peor rendimiento académico al producir déficits de memoria, de atención y deterioro cognitivo asociados a los atracones de alcohol. De hecho, la pérdida de concentración en el centro escolar tras haber salido el día anterior es un suceso reconocido por el 16,2% de los alumnos que tomaron alcohol en el último mes.
-Mayor cantidad de conflictos familiares o de discusión importante con padres o hermanos: 3 de cada 10 alumnos reconocen este tipo de desencuentros, si bien entre los alumnos que han consumido sustancias psicoactivas, como el alcohol, esta proporción se sensiblemente mayor.
-Mayor número de accidentes. El 2,8% reconoce haber conducido bajo los efectos del alcohol y el 17,2% de los alumnos ha estado expuesto a una situación de riesgo como es viajar como pasajero en un vehículo de motor conducido por alguien bajo los efectos del alcohol.
-Mayor número de relaciones sexuales sin protección o no consentidas. El 10,2% de los alumnos que se han emborrachado en el último mes admite haber mantenido relaciones sexuales de las que se ha arrepentido al día siguiente, proporción 3,5 veces superior a la registrada entre los estudiantes que no se han emborrachado.
-Mayor participación en episodios de violencia. Entre los estudiantes que han participado en una pelea en los últimos 12 meses, en el 34,2% de los casos se reconoce un consumo de alcohol en las dos horas anteriores al incidente.