Los dos españoles que habían sido dados por desaparecidos tras un ataque por un grupo armado este lunes en el este de Burkina Faso han sido asesinados, según ha confirmado este martes la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya.
Según ha indicado en la rueda de prensa al término del consejo de ministros, la última información facilitada por las autoridades burkinesas sobre los cadáveres hallados en el lugar de los hechos confirma que se trata de los dos españoles desaparecidos. Las familias ya han sido informadas, ha puntualizado.
Los dos fallecidos --D.B.A. natural de Pamplona y R.F.F. natural de Barakaldo (Vizcaya)-- son dos periodistas que realizaban un documental sobre los esfuerzos de las autoridades de Burkina Faso para proteger los parques naturales del país frente a la caza furtiva y las comunidades que habitan en ellos.
Ambos formaban parte de un grupo de unas 40 personas con las que se perdió el contacto hacia las 15.30 horas del lunes en un parque natural situado en la frontera entre Burkina Faso y Benín, una "zona peligrosa por ser campo de operaciones de terroristas, cazadores furtivos y bandidos", ha subrayado González Laya, que ha lamentado la "triste noticia".
Los dos españoles, ambos varones, se encontraban en paradero desconocido junto a un irlandés y un miembro de las fuerzas de seguridad burkinesas tras un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una patrulla mixta de la unidad contra la caza furtiva en la provincia de Kompienga (este).
Los medios locales habían informado de que dicho ataque se saldó con tres heridos y cuatro desaparecidos y posteriormente han indicado, citando fuentes de seguridad, que los tres occidentales han sido ejecutados por sus captores, si bien otros apuntan a que habrían resultado heridos en la emboscada.
El ataque, perpetrado cerca de la localidad de Pama, capital de la provincia, se saldó además con el robo de armamento y equipamiento por parte de los asaltantes. Entre el material se encuentran dos ametralladoras montadas sobre vehículo, un dron, doce motocicletas y receptores de frecuencia.
Violencia yihadista en el Sahel
El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.
En mayo de 2019, dos turistas franceses fueron secuestrados junto a su conductor, que fue asesinado, en el parque natural de Pendjari, en Benín y fronterizo con Burkina Faso, país al que fueron trasladados por sus captores y donde fueron rescatados en una operación de las fuerzas especiales galas en el que murieron dos militares.
El Ejército burkinés confirmó el lunes que durante la última semana de operaciones antiterroristas han muerto cuatro militares y han sido "neutralizados" dos supuestos terroristas, tal y como ha recogido el portal de noticias Burkina24.
Ante esta situación, el primer ministro de Burkina Faso, Christophe Dabiré, abrió a principios de febrero la puerta a un posible proceso de diálogo con los terroristas. "No decimos que Burkina Faso esté en contra de las negociaciones con los terroristas", afirmó en un discurso ante el Parlamento.
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