Una liada de padre y muy señor mío. Un conductor de un Tesla Model X circula en pleno Londres con una de sus puertas abierta y al final acaba golpeando a uno de los míticos buses rojos de la capital inglesa.
Supuestamente, el sistema de apertura y cierre de las puertas de estas puertas es automático, por lo que la puerta debería haberse cerrado en el mismo momento en el que el vehículo se hubiera puesto en marcha.
Sin embargo, el sistema falló y el conductor del vehículo no se percató de la situación provocando el insólito accidente.
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