Un equipo de investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), según ha avanzado Europapress, liderado por Manel Mendoza, ha desarrollado un método innovador para mejorar el seguimiento de embarazos con fetos con retraso de crecimiento. Este avance, publicado en la prestigiosa revista Nature Medicine, ofrece una alternativa "sencilla y eficaz" al uso de ecografías Doppler, especialmente en centros sin acceso a esta tecnología.
El método se basa en el análisis de dos biomarcadores placentarios en muestras de sangre de las gestantes, lo que permite identificar con precisión los embarazos de mayor riesgo y personalizar el seguimiento médico. Según el estudio, que incluyó a 1,088 mujeres de más de 20 hospitales en España, el uso de biomarcadores mostró una incidencia similar de complicaciones en comparación con las ecografías Doppler.
Mendoza destacó la importancia de diferenciar entre fetos pequeños por edad gestacional y aquellos con retraso de crecimiento, ya que los riesgos varían considerablemente. Mientras que el retraso requiere un parto adelantado a la semana 37, los fetos pequeños pueden continuar hasta la semana 40.
Además, los resultados del estudio revelaron que el uso de biomarcadores ayudó a reducir el número de inducciones prematuras y complicaciones como hemorragias postparto y problemas respiratorios en los recién nacidos.
“Esta técnica es una herramienta sencilla y útil en centros donde no se dispone de tecnología Doppler, y representa un paso hacia una medicina más personalizada y menos invasiva”, concluyó Mendoza.
Este avance promete transformar el seguimiento de embarazos en entornos con recursos limitados, mejorando la seguridad de madres y recién nacidos en todo el mundo.