Normalmente, las esquelas se usan para notificar el fallecimiento de una persona, así como el día, lugar y hora de su entierro, para todos aquellos que quieran darle el último adiós.
Sin embargo, parece que se está extendiendo una práctica cada vez más frecuente: la de dejar un último mensaje de despedida en tu propia esquela, escrito claro antes de fallecer.
Según recoge La Vanguardia, este ha sido el caso de Don Antonio Martínez Barreiro, que a sus 92 años no dudó en dejar a sus allegados un último mensaje en su esquela, antes de fallecer.
La esquela empieza con la tradicional información del fallecimiento, así como los datos del velatorio y el entierro. Lo que no pasa desapercibida es la nota al final: "Hermanos y familia que no se han preocupado en todos estos años, que no se molesten en venir", sentenciaba la esquela.
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