En el año en el que la pandemia del coronavirus ha sido la principal incógnita a nivel científico, un hospital del sur de la India investiga porque hay ingresados más de 550 pacientes en 4 días. Todos presentan cuadros similares como ataques epilépticos, mareos, diarrea, desmayos, dolor de cabeza y vómitos. La mayoría, casi 300, son niños, según informa el diario digital 20minutos.
Las autoridades, alarmadas por esta misteriosa enfermedad, comenzaron descartando que fuese Covid-19. Y los primeros análisis han dado unos resultados inquietantes. En todos los pacientes han encontrado rastros de partículas de plomo y níquel en sangre.
Tras estos resultados, las autoridades empiezan a sospechar que una posible causa de la enfermedad sea que se hayan intoxicado por sustancias venenosas, que se utilizan comúnmente en pesticidas o control de mosquitos.
Los organoclorados están prohibidos o restringidos en muchos países porque su uso está vinculado con el cáncer y con daños en el sistema nervioso, el corazón o los pulmones. Ya se están tomando muestras del agua y la comida de esta ciudad de 200 mil habitantes para hallar de dónde viene una enfermedad que ha desatado la histeria colectiva.