Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS) causan anualmente en España 7.414 muertes y originan unos costes directos de 2.025 millones de euros, según se refleja en el estudio de prevalencia puntual de infecciones hospitalaria en España (EPINE), presentado en el XXII Congreso Nacional y XI Internacional de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.
Se trata de un estudio observacional prospectivo con seguimiento durante 30 días de todos los pacientes reclutados durante los años 2022 y 2023 y en el que han participado un total de 109.354 pacientes de 310 hospitales. De ellos, un total de 8.551 habían desarrollado alguna infección durante su estancia hospitalarias.
La mortalidad bruta fue significativamente mayor para los pacientes infectados que para los no infectados (11,04% vs 5.87%). Al ajustar por edad, sexo e índice de gravedad al ingreso, los pacientes infectados mostraron un riesgo de morir a los 30 días superior al de los pacientes no infectados.
La mortalidad atribuible de los pacientes infectados fue del 34,6 por ciento y la mortalidad atribuible poblacional --la de todos los pacientes hospitalizados-- fue del 2,7 por ciento. El exceso de estancia atribuible a las IRAS fue de 6,9 días por paciente infectado.
"Las IRAS originan una importantísima carga de muerte y costes en España; y es necesario implementar programas efectivos y eficientes para prevenirlas y así reducir su incidencia y sus costes derivados", ha apuntado Ángel Asensio, director del estudio Epine.
La doctora Mireia Cantero, especialista en Medicina Preventiva en el Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda, ha insistido en que "las IRAS tienen un impacto en todos los sistemas sanitarios, por lo que su prevención y el control son cruciales para la seguridad del paciente".
Para evitar las infecciones y reforzar las estructuras implicadas en su prevención y control, la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado una serie de herramientas y guías. Entre otras, en 2018 publicó el Marco de Evaluación de Prevención y Control de Infecciones (IPCAF en inglés, por sus siglas en inglés), que permite a los centros sanitarios evaluar las estructuras y prácticas de prevención y control de infecciones.
En este sentido, Cantero ha explicado que en España apenas existen estudios que evalúen las estructuras y prácticas de prevención y control de infecciones. A falta de completar la recogida de datos, un total de 210 hospitales de los 310 que participan en el estudio han remitido al centro coordinador de Epine la encuesta IPCAF cumplimentada.
Los resultados preliminares de la encuesta muestran que la puntuación IPCAF global de todos los hospitales fue de 645 (sobre una puntuación máxima posible de 800), lo que correspondía a un nivel avanzado de prevención y control de infecciones. Estos resultados son similares a los descritos por otros países desarrollados como Alemania, Austria y Suiza.
Un 6 por ciento de los hospitales tenían un nivel de prevención y control de infecciones básico, un 32 por ciento intermedio y un 62 por ciento avanzado. Los hospitales de 650 o más camas, terciarios y privados se autoevaluaron con una mejor puntuación.
Por componentes, las puntuaciones fueron menores en el apartado de formación y estrategias multimodales. El componente que logró la máxima puntuación fue el de infraestructura, materiales y equipos.
"En general, las estructuras y actividades de prevención y control de infecciones están bien establecidas en España. En conjunto, los hospitales participantes alcanzaron una puntuación media de 645, lo que, según las definiciones aplicadas en la IPCAF, se traduce en un nivel avanzado. Sin embargo, dado que algunos hospitales se ubican en las categorías básica o intermedia, el estudio pone de manifiesto cierto grado de heterogeneidad y un potencial de mejora", ha concluido Cantero.