La Unidad de Cirugía Endocrina del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital de Bellvitge, en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), ha desarrollado en un estudio una técnica para la extirpación total o parcial de la glándula tiroidea, que es el procedimiento más habitual en cirugía endocrina llamado tiroidectomía, que reduce "de forma muy significativa" el riesgo de afectación a través del uso de fluorescencia.
La revista 'World Journal Surgery' ha publicado el trabajo del centro en el que recogen datos clínicos sobre este procedimiento clínico guiado por angiografía con fluorescencia de verde de indocianina (ICG), ha informado el centro hospitalario en un comunicado este jueves.
La complicación más grave que puede registrarse en una tiroidectomía es el hipoparatiroidismo, que provoca una caída transitoria o permanente del calcio en la sangre por debajo de los índices normales debido a una lesión en las glándulas paratiroides, situadas detrás de la tiroides.
Las glándulas paratiroides controlan los niveles de calcio en el cuerpo y al realizar una tiroidectomía total pueden quedar inutilizadas "dada su fragilidad", lo que puede derivar en una enfermedad crónica grave que requiere tratamiento de por vida.
En este trabajo los investigadores han confirmado los beneficios de la tiroidectomía guiada por angiografía con ICG para preservar las glándulas paratiroides: de los últimos 56 pacientes que han tratado con este procedimiento, sólo dos han necesitado calcio durante dos o tres días y en ninguno de ellos se ha registrado un hipoparatiroidismo permanente.
La Unidad ahora trabaja para ratificar los resultados del último trabajo con un estudio randomizado de ámbito estatal, en el que ya han manifestado interés por participar una veintena de hospitales, sobre una intervención de la que en Catalunya se realiza unas 4.000 al año.
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