La ministra de Sanidad, Mónica García, ha denunciado públicamente las presiones que ejercen algunas empresas sobre los oncólogos de la sanidad privada para limitar la prescripción de tratamientos oncológicos de alto coste. García ha calificado estas prácticas como "negocio" en lugar de "sanidad", defendiendo la necesidad de una sanidad pública donde las decisiones médicas se basen en evidencia científica y no en beneficios económicos.
La denuncia de la ministra se produce tras la publicación de informaciones que alertan sobre las presiones de la compañía Atrys Health-Bienzobas para reducir la prescripción de tratamientos oncológicos costosos.
El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha corroborado estas denuncias, señalando que el objetivo de estas prácticas es derivar a los pacientes a la sanidad pública, donde sí se administran estos medicamentos.
Padilla ha reivindicado la sanidad pública como el ámbito donde se incorporan las innovaciones de alto valor, y ha alertado a los pacientes sobre el lugar donde recibirán la asistencia necesaria. Ha advertido que este tipo de prácticas continuarán mientras colisionen los intereses de las empresas privadas con ánimo de lucro y la existencia de tratamientos de alto valor en la sanidad pública.