Investigadores del Centro de Estudio de las Migraciones y las Relaciones Interculturales (CEMyRI) de la Universidad de Almería han efectuado un estudio en el que concluyen que las condiciones para ejercer la prostitución se agravó durante la cuarentena ante un aumento de la "conducta agresiva" de los clientes hacia las mujeres prostituidas, a las que además habrían presionado aun más para bajar el precio de los servicios que se han seguido prestando a pesar de la pandemia.
El trabajo de investigación de campo titulado 'Business can't stop. Women engaged in prostitution during the COVID-19 pandemic in southern Spain: A qualitative study' publicado en Women's Studies International Forum profundiza en la experiencia mujeres en situación de prostitución durante el confinamiento bajo estado de alarma de la primera oleada de covid-19, con once entrevistas telefónicas.
El estudio firmado por la trabajadora social Cora Recio y el enfermero Fernando Jesús Plaza, investigadores del Centro de Estudios de las Migraciones y las Relaciones Interculturales de la Universidad de Almería, señala que el confinamiento ha aumentado la vulnerabilidad de las mujeres prostituidas.
"El negocio no se ha paralizado y se sigue ejerciendo con el temor de estas mujeres al contagio y un aumento del maltrato de los clientes", han puntualizado los autores del estudio, quienes apuntan que "la necesidad económica y las presiones de las organizaciones que las explotan son los principales motivos para prostituirse durante la pandemia".
A través de una investigación cualitativa, el trabajo ha contado en primera persona qué era lo que estaban viviendo y cómo se desarrollaba. El estudio está sostenido en una amplia literatura sobre la prostitución en general y con especial atención a la covid-19, aportando la frescura de testimonios reales de una realidad que es preciso que se conozca.