Un estudio español revela que la radioterapia más corta e intensiva mejora eficacia y calidad de vida en cáncer de mama

En la investigación han participado centros como el Complejo Asistencial del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila

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El dictor Azinovic en el acelerador lineal renovado del Servicio de Radioterapia de la FJD.   FJD   Archivo
El dictor Azinovic en el acelerador lineal renovado del Servicio de Radioterapia de la FJD.  FJD Archivo

Un equipo de investigadores españoles, con participación de centros como el Complejo Asistencial del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, ha descubierto que un esquema de radioterapia más corto e intensivo en pacientes con cáncer de mama puede maximizar la eficacia del tratamiento sin aumentar los efectos secundarios, lo que conlleva importantes beneficios clínicos y una mejora significativa en la calidad de vida de las pacientes.

El estudio, cuyos resultados han sido publicados en la prestigiosa revista 'International Journal of Radiation Oncology, Biology, Physics (Red Journal)', se basó en la aplicación de la técnica SIB ('Simultaneous Integrated Boost' o refuerzo integrado simultáneo). Esta técnica innovadora permite intensificar la dosis de radiación en el área de mayor riesgo tumoral mientras el resto de la mama recibe una dosis estándar de forma simultánea.

La principal ventaja de este método radica en su capacidad para concentrar la radiación de manera precisa en la zona afectada, evitando un aumento de los efectos secundarios y sin prolongar la duración total del tratamiento. Los científicos sugieren que este esquema podría reducirse a tan solo cinco sesiones, incluyendo en cada una de ellas una dosis extra de radiación dirigida al lecho tumoral, una práctica que en ciertos casos se indica para disminuir aún más la probabilidad de recurrencia local del tumor.

La aplicación de este esquema de hipofraccionamiento ultracorto ha demostrado mantener los mismos niveles de seguridad y efectividad que los tratamientos más extensos. Tras analizar los datos de 242 pacientes con cáncer de mama tratadas en 16 centros de Oncología radioterápica en España, el estudio reveló que, a los seis meses de seguimiento, el 97 por ciento de las pacientes no presentaba signos de irritación en la piel y el 86 por ciento no experimentaba inflamación.

Los investigadores enfatizaron que recibir un diagnóstico de cáncer supone un "golpe emocional importante" y que el proceso de tratamiento añade una carga psicológica "considerable". Por ello, una reducción en la duración del tratamiento, sin comprometer su eficacia, puede contribuir significativamente al bienestar de las pacientes. "El valor de este avance no está solo en reducir el número de sesiones, sino en lo que eso significa para cada paciente. Menos tiempo de tratamiento es menos ansiedad, más autonomía, más posibilidad de retomar antes la vida cotidiana", explicó el doctor Felipe Couñago, director médico de GenesisCare España y oncólogo radioterápico.

La reducción del tiempo de tratamiento conlleva una menor incertidumbre y ansiedad, ya que saber que la terapia será más breve permite a las pacientes recuperar una mayor "sensación de control" sobre sus vidas. Un menor número de sesiones también implica menos desplazamientos al hospital, menos interrupciones en la rutina diaria y una recuperación más rápida. Además, la mayor precisión de los tratamientos concentrados reduce los efectos adversos, facilitando el mantenimiento de una buena calidad de vida durante y después de la terapia.

"El avance clínico va de la mano con el bienestar emocional. La posibilidad de aplicar una técnica precisa, con menos efectos secundarios y menos sesiones, cambia completamente la experiencia del tratamiento", resaltó el doctor Jaume Fernandez Ibiza, coordinador médico en el Centro 360 de Excelencia oncológica GCCC en Barcelona y oncólogo radioterápico.

A nivel de eficiencia asistencial, este enfoque posibilita una mayor capacidad de atención, ya que la reducción de un tratamiento de 30 a cinco sesiones libera un "volumen importante" de recursos para tratar a más pacientes, lo que a su vez podría reducir las listas de espera y mejorar la planificación de los servicios de Oncología. Del mismo modo, se optimizan los recursos económicos al implicar un menor uso de equipamiento, menos gasto en infraestructura hospitalaria y una gestión más eficiente del personal.

"Este modelo terapéutico no solo transforma la experiencia de la paciente, también es una solución eficaz para los retos de sostenibilidad del sistema sanitario. Al reducir la duración de los tratamientos sin perder eficacia, conseguimos optimizar recursos, mejorar la accesibilidad y agilizar los tiempos de atención", concluyó el doctor Couñago.

A pesar de que este estudio "abre la puerta" a un cambio significativo en el abordaje del tratamiento del cáncer de mama, los científicos han destacado la necesidad de realizar un seguimiento a largo plazo para confirmar los resultados. En el estudio, además del Departamento de Radioterapia de GenesisCare en Madrid, participaron diversos centros españoles, incluyendo el Complejo Asistencial del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, y un centro de Bélgica.

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