El chucrut, tradicional acompañamiento de platos centroeuropeos, podría tener un papel más importante de lo que imaginamos. Un nuevo estudio de la Universidad de California, publicado en Applied and Environmental Microbiology, sugiere que este repollo fermentado ayuda a proteger la salud intestinal al reducir la inflamación y fortalecer las células del intestino.
Los investigadores Maria Marco y Lei Wei analizaron cómo cambia el perfil nutricional del repollo durante la fermentación y descubrieron que el chucrut —a diferencia del repollo crudo o su salmuera— contribuye a mantener la integridad de las células intestinales. Curiosamente, no hubo diferencias significativas entre el chucrut comercial y el preparado en laboratorio.
Durante la fermentación, el repollo desarrolla una variedad de metabolitos beneficiosos, incluyendo ácido láctico, aminoácidos y compuestos vegetales vinculados a la salud digestiva. Muchos de estos metabolitos son similares a los producidos naturalmente por el microbioma intestinal, lo que refuerza la teoría de que el chucrut puede ser un buen aliado contra trastornos inflamatorios del aparato digestivo.
“Una simple porción regular de chucrut podría fortalecer la resistencia intestinal frente a desequilibrios”, señala Marco. La investigación abre la puerta a estudios en humanos para confirmar si los beneficios observados en el laboratorio se traducen en la práctica cotidiana.
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