Tras unas merecidas vacaciones, muchos escolares regresan este viernes a las aulas para seguir aprendiendo y ampliando sus conocimientos, reencontrarse con sus antiguos compañeros o hacer nuevos amigos. Estas vivencias habituales y entrañables de la vuelta al cole han quedado ensombrecidas por dos factores que marcarán el inicio del curso 2022/2023: la subida de precios y la instauración parcial de la nueva ley de educación, la LOMLOE. Otras novedades son el fin de las restricciones por el COVID en los centros educativos y el aumento de alumnos por la incorporación de niños de dos y tres años.
Centrándonos en los precios, se ha producido un incremento “entre el 10% y el 15%”, sostiene Enrique Rivas, responsable del almacén de material escolar Ofirivas, donde “mucha gente comenta la subida, pero necesita el producto y lo tiene que comprar”. Para ayudarle a reducir el gasto, esta y otras tiendas de papelería están ofreciendo “ofertas para profesores y familias numerosas”, entre otros descuentos.
“La inflación es evidente. Me he gastado 250 euros en libros y unos 40 euros en material escolar. No hemos podido reutilizar el del año pasado porque está muy usado o mi hija de 7 años ya lo acabó”, comenta María, una madre soltera, que, ante el importante gasto que implica la vuelta al cole, ha decidido pedir la ayuda de libros de texto que ofrece la Junta de Castilla y León, aunque aún desconoce si podrá contar con ella.
Problemática de la LOMLOE
A la inflación, los padres y las madres tienen que sumarle otro quebradero de cabeza: la nueva ley de educación, que se empezará a aplicar en los cursos impares. “Les va a suponer más gasto, porque los libros de texto no recogen las especificaciones de Castilla y León. Las editoriales han tenido que hacerlos de una forma estándar respecto a lo que pedía el Ministerio de Educación. Entonces, deberán volverlos a hacer y no valdrán de un año a otro”, señala Federico Martín, presidente de CSIF Salamanca.
Los alumnos y profesores también tendrán que adaptarse a los requerimientos de la LOMLOE. “El planteamiento pedagógico es bastante diferente. Se intenta dar una nueva orientación hacia competencias aplicadas y no tanto hacia conocimientos. Cambia la evaluación, el trabajo… Y todo cambio es complejo. Si encima hay que hacerlo deprisa y corriendo… es negativo para todos”, lamenta Federico Martín, que incide en la incertidumbre y en la falta de seguridad a la que se enfrentan los docentes: “Están abordando un curso sin la materia que tienen que impartir. Muchos empezamos a preparar las clases durante el verano y este año no se ha podido hacer”.
Para el presidente de CSIF Salamanca, al que le parece “intolerable” que en los centros educativos se esté trabajando sobre un borrador en vez de sobre un documento oficial, el máximo responsable de que la LOMLOE no se haya aplicado correctamente es del Ministerio de Educación: “Es el que ha impuesto que los currículum tengan que entrar en vigor este año contra el consejo de la comunidad educativa. Queríamos retrasar un año la implantación y la Junta también pidió esa moratoria”. No obstante, la Junta debe asumir parte de la culpa por no “haberse dado la prisa que debería” y porque, con el curso empezado, no se espera que “haga prácticamente ya nada”.
Mismo contexto en Secundaria
Los estudiantes de secundaria tendrán que esperar hasta el próximo miércoles, 14 de septiembre, para volver a las aulas, aunque se enfrentan a problemas similares. “De momento hemos comprado solo los libros y nos hemos gastado 330 euros a falta de uno de 40 euros. La subida se nota. Habremos invertido unos 80 o 100 euros más respecto al año pasado”, mantiene Sonia, madre de una adolescente de 15 años que va a empezar 3º ESO, uno de los cursos afectados por la LOMLOE.
Respecto a la nueva ley de educación, “los institutos están ofreciendo cursos en los que cuentan los puntos nuevos”, admite Ana, profesora de secundaria, que también reconoce informarse sobre las novedades a través de sus compañeros o por documentos oficiales como el BOE y el BOCYL. “En Castilla y León es una vergüenza porque todavía no hay nada oficial y tenemos que hacer la programación de los departamentos sobre un borrador”, añade.
Fin de las restricciones por el COVID
Entre cambios educativos y dificultades económicas, el fin del protocolo COVID-19 en las aulas se erige como una de las mejores noticias en esta vuelta al cole. Ya no será necesario que haya una ventilación permanente en las clases, que los alumnos y profesores lleven mascarilla ni que exista distancia interpersonal en los comedores de los centros educativos, entre otros ejemplos. Eso sí, se recomienda no bajar la guardia.
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