Tras un verano copado por una quinta ola sin apenas efecto en las hospitalizaciones y con pocos fallecidos a consecuencia del coronavirus, la provincia de Salamanca se encuentra inmersa en una virulenta sexta ola en lo que a la explosión de contagios se refiere. Afortunadamente, las hospitalizaciones todavía permanecen controladas (23 pacientes en planta y 4 en UCI COVID-19, según datos del pasado jueves) y los muertos -si bien han aumentado- todavía se encuentran lejos de las cifras registradas en las tes primeras olas, aquellas que se sufrieron antes de la llegada de las vacunas, siendo las más mortíferas y las que llevaron al Hospital Universitario a una situación cercana al colapso sanitario.
La población salmantina no olvida el 2020, especialmente lo ocurrido tras las Navidades del pasado curso, cuando tan solo en el mes de enero se registraron más de 8.200 casos en la provincia. Ahora, tras el incremento sustancial en los contagios -247 el pasado 15 de diciembre, la cifra más alta desde el 7 de julio- la venta de test de antígenos se ha disparado, llegando hasta el punto de que algunas farmacias de la capital se están quedando sin existencias o, en su defecto, encuentran muchas dificultades para aprovisionarse.
“Si ni Madrid ha podido repartir sus test gratuitos, imaginad cómo vamos a conseguir que nos envíen a nosotros”, relata una propietaria de una farmacia local que prefiere omitir el nombre de su establecimiento para no “espantar” a la clientela.
Y es que en los últimos días se ha vivido un constante peregrinar, cada vez más, como un goteo incesante, de ciudadanos salmantinos que se acercaban a las farmacias de la localidad para hacerse con una prueba de antígenos con la que contrastar si habían contraído la enfermedad o no.
La cercanía con las celebraciones navideñas, las cenas de empresa y las reuniones con amigos, habituales en estas fechas de Pascuas, han aumentado exponencialmente la demanda de los test rápidos. La posibilidad de hacérselo a uno mismo y la inmediatez en el resultado es vista por los usuarios como un cortafuegos de cara a las fiestas de Navidad, en las cuales se quiere tener especial cuidado con los más mayores de la casa, aquellos que se muestran más vulnerables ante la enfermedad.
La responsable de la Farmacia Tejedor Gil, ubicada en la calle Velarde, explica que han sido varios los clientes que han solicitado “hasta una decena de test” de cara a estos encuentros familiares. “Viene mucha gente joven y de mediana edad que busca hacerse la prueba antes de juntarse con sus abuelos. Otros muchos cortan por lo sano y se hacen la prueba todos”.
Escasez, pero no desabastecimiento
Ante esta avalancha en la demanda, las farmacias de Salamanca se están viendo obligadas a realizar pedidos a sus proveedores a diario. Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca desechan la posibilidad del desabastecimiento: “Es verdad que como está habiendo mucha demanda los laboratorios están sirviendo las pruebas con retraso, ya que ni ellos mismos habían previsto esta demanda; ciertamente está siendo más difícil encontrarlos, pero desabastecimiento como tal no hay”, precisa María Engracia Pérez, presidenta de los farmacéuticos locales.
Las farmacias de la ciudad consultadas por SALAMANCA24HORAS coinciden con este discurso, pero destacan las dificultades que están teniendo para proveerse como les gustaría. “Nosotros tenemos test porque hemos hecho acopio de ellos durante las últimas semanas, pero desde Madrid ya nos están limitando las cantidades”, detallan desde la Farmacia Estella Hoyos. Una situación que afecta a la práctica totalidad de este tipo de establecimientos en Salamanca, la Farmacia Tejedor Gil explica que “los almacenes nos envían 16 test diarios como máximo, por lo que nos las tenemos que ingeniar llamando a unos y otros para obtener varias remesas”. Por su parte, Farmacia Porras Alonso afirma que han aumentado considerablemente las peticiones a los laboratorios: “El pasado viernes solicitamos 60 y esta semana ya nos ha tocado pedir otros 90”.
Todavía se venderán más la próxima semana
Los farmacéuticos esperan que, de cara a la próxima semana, con las celebraciones de Nochebuena y Navidad presentes, la venta de test se incremente todavía aún más. “Desde el 10 de diciembre la cosa ha aumentado muchísimo”, explican desde Farmacia Tejedor Gil. “Mucha gente nos dice que han pasado por muchos otros establecimientos hasta conseguir un test”, señalan los responsables de Farmacia Estella Hoyos. “Los estudiantes que vuelven a casa, las personas que han estado en contacto estrecho con un positivo o aquellos que se han ido de cena de empresa suelen ser el cliente habitual”, informan desde Porras Alonso.
“Son muy fiables si se utilizan bien”
A diferencia de las pruebas PCR -que detectan la presencia de material genético del patógeno, cuentan con casi un 100% de efectividad y se realizan por el personal médico-, los test de antígenos detectan las proteínas del virus, pueden hacerse por personal sanitario (uno mismo) y cuenta con un 80% de sensibilidad y un 97% de especificidad.
Estas pruebas rápidas son especialmente fiables para detectar positivos en la enfermedad, “sobre todo a partir del segundo día de presentar síntomas de la enfermedad”, precisa la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca. Algunos expertos destacan que “en los primeros cuatro o cinco días de incubación no hay carga viral suficiente para que los test den positivo”. Por lo que el test podría dar un falso positivo y crear una sensación de falsa seguridad.
En caso de ser positivo, María Encarnación Pérez recuerda que los ciudadanos tienen el deber de comunicárselo a su médico, ya que se trata de una enfermedad de “declaración obligatoria”.
En cualquier caso, y para evitar contagios -incluso si el test ha sido negativo- los farmacéuticos de Salamanca insisten en las medidas de seguridad especialmente de cara a las reuniones familiares de Navidad.
Seis euros las pruebas nasales y ocho las de saliva
El precio de los test era una absoluta incógnita cuando se aprobó su comercialización en farmacias el pasado verano. En un primer momento, según pudo saber este medio, la Administración señaló que el precio tope sería de unos 10 o 12 euros; si bien es cierto que el coste medio es de seis euros para los test nasales y ocho para los de saliva.
Preguntados los farmacéuticos de Salamanca sobre un posible aumento del importe de los test debido al incremento en la demanda, los profesionales no descartan que los precios no puedan subir –“si los proveedores nos suben los costes…”-, pero consideran que no sería una subida “sustancial”.