El voluntariado joven se ha convertido en una de las formas que tienen los jóvenes de acceder y formarse en el mundo laboral según han indicado los estudios publicados por la Junta de Castilla y León. Tal es la repercusión que ha tenido esta labor altruista en Salamanca que la capital del Tormes opta a ser Capital Europea del Voluntariado en 2025 como explicábamos aquí.
Son muchos los adolescentes que se han apuntado a una de las 52 asociaciones registradas en la Junta de Castilla y León, pero, aún más son las labores que se han realizado entre los castellano y leoneses, desde ayudar a personas con discapacidad, pasando por actividades lúdicas de ámbito deportivo o como es lógico, atención a mayores, personas excluidas socialmente o de atención a la infancia y a las familias.
Dentro del propio grupo de voluntariado juvenil ha existido desde hace unos años una función poco conocida, el voluntariado digital o los ciber voluntarios, encargados de velar mayoritariamente por las salud física y mental de los más jóvenes, adultos y mayores de forma telemática.
Son muchas las asociaciones que han tenido este tipo de voluntarios, entre ellas YMCA Salamanca, que ha trabajado con adolescentes de Salamanca desde hace muchos años. Su presidente, Gonzalo Grande, ha comentado que “actualmente YMCA tiene un programa de Voluntariado Digital de 'Mentoring' educativo para el desarrollo de una metodología para mejorar las competencias digitales de niñas, niños y adolescentes. La función de estos voluntarios es hacer sesiones de 'mentoring' con los menores, a través de diferentes plataformas y medios: WhatsApp, teléfono, videollamadas, 'team'… para apoyarles en refuerzo educativo y enseñarles distintas competencias digitales”
Han destacado también desde las diferentes asociaciones que la formación de estos jóvenes voluntarios digitales no ha sido más difícil que la de los presenciales, ya que la única diferencia es que se ha adaptado el aprendizaje de cara al entorno telefónico y digital. Con todo esto se ha preferido siempre el voluntariado presencial por parte de las propias organizaciones ya que “el voluntariado digital ha surgido únicamente a raíz de la pandemia del coronavirus”.
A la hora de trabajar con ellos y de realizar las diferentes reuniones de gestión de actividades, Gonzalo Grande ha afirmado que “se han realizado reuniones de coordinación y de seguimiento virtuales, independientemente de donde hayan estado físicamente localizados. Si en la ciudad donde viven hay una sede de la asociación, siempre se ha invitado a participar en otras acciones de voluntariado y formaciones”.
"Contamos con voluntarios en programas contra la brecha digital, en este caso resuelven dudas, principalmente por WhatsApp"
El Instituto de Investigaciones Científicas y Ecológicas, INICE, ha trabajado también, a raíz de la pandemia, con muchos voluntarios digitales. Actualmente el 85% de los voluntarios comprenden edades entre los 18 y 30 años, y, de ese porcentaje 15 jóvenes son voluntarios digitales. A pesar de que en ciertas ocasiones es una alternativa más fácil que el voluntariado presencial, ha indicado que estos jóvenes “colaboran principalmente en programas de apoyo al estudio. Son como tutores digitales a distancia de jóvenes en secundaria. También contamos con voluntarios en programas contra la brecha digital, en este caso resuelven dudas, principalmente por Whatsapp, sobre el uso de móvil o nuevas tecnologías. Dedican su tiempo libre a estas funciones”.
La presidenta de INICE ha comentado también que queda mucho por trabajar en el voluntariado digital ya que “ aún no se ha entendido bien, así que diría que se prefiere el presencial como voluntario, porque además de ayudar, conoces gente, haces amigos y muchas veces ves directamente lo que hace tu labor. El digital ha sido muy concreto y un poco solitario a veces, pero también ha sido gratificante y más cercano cuando ha sido para ayudar a los más jóvenes ”.
El voluntariado digital se ha convertido en una alternativa real de trabajo, sobre todo en la ayuda a personas mayores, en cuanto a la soledad que pueden llegar a sentir, o a los jóvenes, como hemos visto, que necesitan ayuda de cara a los estudios o en su día a día.
Una de las funciones más importantes que ha tenido el voluntariado digital es el de mantener la calma en todo momento, lo que nos ha llevado a hablar sobre el Teléfono de la Esperanza y la labor que han hecho día a día en Salamanca y en el resto de España. Los voluntarios han tenido como valores prevenir la soledad, dar valor a la escucha y sobre todo y más importantes, prevenir el suicidio, la primera causa de muerte junto a los accidentes de tráfico entre los jóvenes.
"Lo primero es saber por qué la persona que llama no tiene voluntad de vivir"
Carmen Igea, presidenta del Teléfono de la Esperanza, ha contado para SALAMANCA24HORAS los pasos que se siguen. Lo primero de todo es la labor de escucha que ha tenido el voluntario telefónico con la persona que ha llamado y “saber el por qué no tiene voluntad de vivir”. A partir de ahí, se intenta “dar ciertas herramientas para que la persona pueda trabajarse a sí misma sin dar consejos” ya que “cada persona es un mundo y es diferente”. Se ha recordado además que el número del Teléfono de la Esperanza en Salamanca es el 923 22 11 11 y que están repartidos por 31 provincias de España, aunque se puede llamar desde cualquier punto de España.
El voluntario digital ha sido un papel que cada vez ha ido adquiriendo más importancia, sobre todo por todos los medios que se han puesto a disposición de las personas que han necesitado cualquier tipo de ayuda y por la facilidad que ha tenido de poder compaginarlo con otros tipos de trabajos. Con ello, se ha podido llegar a cualquier rincón de Salamanca y paliar los efectos de la soledad, los estudios o cualquier tipo de problema que tengan las familias salmantinas.