Y se hicieron realidad los peores presagios.
La lluvia ha azotado con fuerza a Salamanca durante gran parte de la tarde, obligando a suspender las procesiones previstas.
La incertidumbre que flotaba sobre los diferentes puntos de la capital del Tormes ha hecho acto de presencia hasta poco después de las 19:00 horas, cuando se confirmaba la noticia: ninguno de los pasos recorrería las calles.
Desde primera hora de la tarde, centenares de personas se han agolpado a las puertas de las iglesias protagonistas en la tarde de este Viernes Santo, resguardadas bajo sus paraguas, esperando un rayo de sol y de esperanza que, desgraciadamente, no ha llegado.
Momentos de desolación absoluta, en los que ha sido imposible reprimir las lágrimas ante la frustración: un año esperando a que llegara este día para que, finalmente, las inclemencias meteorológicas hayan castigado con fuerza a los fieles.
La primera de las procesiones en ser suspendida ha sido la del Santo Entierro que, tras vivir el acto del Descendimiento y aguardar veinte minutos de rigor, no ha tenido otra opción que cancelar su salida.
Asimismo, la junta directiva de la hermandad anunciaba que, a partir de las 18:00 horas, la iglesia de la Vera Cruz estaría abierta al público para que todos aquellos que quiseran, pudieran entrar a venerar las imágenes.
Minutos después, la Ilustre y Venerable Congregación de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Entierro anunciaba que esperarían el tiempo requerido para tomar la decisión definitiva.
Poco antes de las 19:00 horas, la noticia se hacía pública, "no nos queda más remedio que suspender. El suelo está muy mojado, lo más razonable es suspender, aunque nos duela a todos".
Paralelamente, la Congregación de la Santísima Trinidad suspendía también su salida por los mismos motivos: "Hemos decidido suspender la procesión porque va a seguir lloviendo hasta las 21:00. Ahora mismo se están formando nubes en la zona de San Esteban que vienen con lluvia y en cualquier momento van a descargar. Hay mucha gente ahí fuera esperando y sacaremos los pasos hasta el arco para que la gente que lleva tanto tiempo esperando pueda verlos".
En la iglesia se encontraban el alcade de Salamanca, Carlos García Carbayo, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco.
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