Nueve y diez horas de la mañana. El intenso sonido de las alarmas sobresalta a la Base Aérea de Matacán y la torre de control activa la declaración de emergencia en la zona. Sirenas, carreras de los equipos de salvamento y efectivos de emergencia para rescatar a los supuestos pasajeros de un avión que acaba siniestrarse junto al aeropuerto mientras el horror de la tragedia sacude una pista de aterrizaje tomada por centenares de efectivos.
Tras salir de Johannesburgo el avión declara sufrir ciertos problemas durante la maniobra de aproximación a la pista de aterrizaje. El fuerte viento cruzado que azota el aeropuerto salmantino dificulta una maniobra simulada en la que se pierde el control de la aeronave y sale de la pista partiéndose en dos.
Apenas unos minutos después de que comience el simulacro de accidente aéreo ‘Vega23’ comienzan a llegar los vehículos del Servicio de Extinción de Incendios y ambulancias de Matacán estableciendo un Puesto de Mando Avanzado en el área. Sin embargo, la gravedad del siniestro es tal que todos los medios son pocos y se hace necesario llamar a Emergencias 112 para pedir colaboración de medios externos a la Base Aérea y aeropuerto de Matacán.
“Esto es un simulacro. Comunicamos que ha ocurrido un accidente aéreo en la Base Aérea de Matacán. Los medios de emergencia y rescate de la Unidad son insuficientes y por ello solicitamos la ayuda de medios contraincendios, sanitarios y de cuerpos y fuerzas de seguridad del exterior”, se refleja en una llamada telefónica entre el jefe de día y la Sala de Operaciones.
Ya con los medios activados, la Policía Aérea comienza a llegar a la zona del siniestro para controlar los accesos y balizar las áreas de Salvamento y Socorro y establecer las rutas de acceso y evacuación. Quince minutos después de declararse la emergencia las llamadas entre organismos continúan produciéndose cuando la Guardia Civil ya ha tomado todos los accesos de la de la carretera general a la Base y del Aeropuerto de Salamanca.
Tras constituirse el Centro de Coordinación Operativa (CECOP), AENA activa las distintas salas de atención al público y familiares en la termina civil, donde se reúnen además los ilesos y se produce el reencuentro tras lo ocurrido. Las autoridades reciben la lista de pasajeros del avión siniestrado.
A las 9:45 horas comienzan a llegar las ambulancias y de los Servicios de Extinción de Incendios de la Diputación de Salamanca a la zona del accidente mientras se trasladan los primeros ilesos a la terminal del aeropuerto mientras se notifican malas noticias: la existencia de fallecidos en el siniestro por lo que la Guardia Civil comienza a instruir las pertinentes diligencias y dar aviso al Juez de guardia y a Medicina Forense.
Una veintena de pasajeros permanece en el suelo junto a una bandera amarilla y otra roja, que indican la presencia de heridos graves y muy graves por lo que la evacuación de heridos se prolonga hasta las 11 horas, momento en que se procede también levantamiento de una decena cadáveres. Una vez que la evacuación ha finalizado, a las 12:30 horas, da comienzo el proceso de recuperación de restos de la aeronave y la reanudación de las operaciones en la base aérea. Fin del simulacro.
Un proceso de obligado cumplimiento
La Base Aérea de Matacán ha llevado a cabo este miércoles el simulacro de accidente aéreo “Vega 23”, un proceso de obligado cumplimiento cada dos años con el fin de proporcionar una respuesta idéntica a la que tendría lugar en el caso de que este hecho, que ha reunido a 173 participantes, fuera una realidad.
Así, durante la actividad han participado un total de 57 figurantes, 29 de ellos de la propia base aérea de Matacán y otros 28 de la escuela de pilotos que interpretaron a los cinco miembros de la tripulación del avión siniestrado y los 35 pasajeros, además de una docena amigos y familiares de los pasajeros y cinco personas realizando papeles de apoyo. El resultado del simulacro ha sido de diez fallecidos, nueve heridos muy graves, ocho graves, seis leves y siete personas ilesas.
Junto a los medios humanos desplazados en este hipotético accidente aéreo, también han participado una decena de vehículos contraincendios, cinco ambulancias, tres vehículos de apoyo sanitario y 17 vehículos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Entre las instituciones participantes, además del Ejército del Aire, se encuentran la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, con Protección Civil y el Centro de Emergencias 112, así como la Subdelegación del Gobierno en Salamanca, con Protección Civil, Guardia Civil y Policía Nacional, Aena, Bomberos de la Diputación de Salamanca o el Juzgado de Guardia junto a miembros del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses y servicio de recogida Judicial de cadáveres del Juzgado de Guardia, entre otros.
GALERÍA | Simulacro de accidente aéreo "Vega 23" en la Base Aérea de Matacán
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