El 26.590, uno de los Gordos más madrugadores de la Historia ha convertido a la Escuela de Judo Seiza, situada en la calle Filipinas de Salamanca, en una de las más ricas de España. A las 9:19 saltó la fortuna, y a muchos de ellos les pilló en la cama y ni siquiera “lo habíamos visto por la tele”. Fran Valle lleva casi siete años –en febrero tienen el aniversario- al frente de una escuela que lleva cinco años jugando el mismo número y que ha vendido casi 5.000 euros en participaciones: “Estaba en la cama. Me ha llamado un amigo y me ha dicho: ¡Pon la tele! Le he contestado ‘anda calla, no puede ser’. Después ha empezado a sonar el móvil y se ha desatado la locura”.
“Hacía mucha falta la verdad. Me alegro muchísimo por los alumnos y por sus papás. En la Escuela estábamos buscando patrocinador porque queríamos cambiar el tatami por uno de competición”, cuenta entusiasmado Francisco Valle. En lo personal no sabe cuántas participaciones tenía, pero "alguna hay. Lo tengo todo guardado debajo de la fotografía de mi difunto padre. Lo invertiré y seguiré trabajando en lo que me gusta, aunque bueno aquí no vengo a trabajar, vengo a disfrutar de lo que hago”
Los más madrugadores para celebrarlo ni siquiera forman parte de la Escuela: “no sabemos de dónde ha salido esta participación, te lo juro por Dios, pero en casa la teníamos. Se pensaban que era coña porque siempre estoy bromeando” cuentan Miguel y Joaqui.
Marta y Soledad son dos hermanas a las que también les ha sonreído la fortuna, pero es que una de ellas también la ha repartido. Es el caso de Marta, gerente de una peluquería junto a su compañera Sara, a las que más de una clienta les va a estar eternamente agradecidas. Han repartido cuatro millones de euros en 50 papeletas y este lunes irán igualmente a trabajar “vamos a ir mucho más contentas, pero vamos a ir. Al final viene Nochebuena y no podemos fallar a nuestras clientas”
No ha sido el único local comercial agraciado. De hecho, al menos dos empresas tienen la fortuna de contar con un pellizco de este Gordo. Se trata del restaurante Doze, donde el Jefe de Cocina –que tiene a sus hijas apuntadas en la Escuela- repartió la fortuna en forma de papeletas a sus compañeros. Por otro lado, en la empresa Porsiete la mayoría de sus trabajadores son este domingo un poco más ricos; uno de ellos llevó las participaciones de la Escuela y las repartió entre sus compañeros: “ya era hora de que nos tocará algo. Mira yo estaba a punto de irme al Pozo de los Humos, me ha llamado el compañero y ni Pozo, ni nada”, cuenta a SALAMANCA24HORAS.COM Cándido Iglesias, quien, además, es Campeón de España de Ciclismo de Trasplantados.
La suerte puede llegar cuando menos te lo esperas o, como en este caso, cuando más lo necesitas. Muchas de estas personas, trabajadoras en su mayoría, dedicarán el dinero a “tapar agujeros”. Caso concreto es el de una de ellas, puesto que no pudo vender todas las papeletas y se las tuvo que quedar por no llegar a tiempo para devolverlas “¿Qué hago yo con tantas papeletas si no puedo adelantar el dinero?, nos dijo ella a los componentes del club. Tenía diez participaciones que se tuvo que quedar y no me quiero ni imaginar lo contenta que tiene que estar ahora”, cuenta uno de los padres de la escuela a SALAMANCA24HORAS.COM.
Mercedes, David, Hugo y Laya; son una familia a las que el Gordo les “viene de maravilla. Yo soy teleoperadora y me da que ya no voy a hablar más. Intentaré montarme un negocio”, cuenta entusiasmada Mercedes a SALAMANCA24HORAS.COM. Por su parte, David, asegura que él seguirá trabajando como repartidor en un almacén de fontanería y componentes eléctricos, pero sabe bien donde irá a parar el dinero “Llevamos desde septiembre haciendo reformas en casa poco a poco y este dinero va para allá. Aún, la verdad, es que no nos lo creemos. Yo vengo a la escuela junto a mi hijo y cuando ha salido el gordo estábamos mirando un décimo de Alicante y resulta que este es el que teníamos”.
Por un lado, el de la fortuna; por el otro: el del casi. Es la anécdota de la cafetería Di’Palma, situada en la rotonda del Alto del Rollo. Allí, en la pared del bar, ha estado precisamente un gran número de las participaciones de este 26590 de la Escuela de Judo. Sin embargo, su gerente ha contado a este medio que “a pesar de tener aquí todos los décimos, no se ha vendido ni uno y lo devolví íntegro. No me ha tocado nada, pero me alegro muchísimo por la gente de aquí, que se lo merece”
Otra anécdota de bar la que se escuchaba entre cafés y el sonido de fondo de los niños de San Idelfonso: “eso nos pasa por ir al bar en vez de al Gimnasio”, decían algunos clientes del mismo local que se lamentaban por haberlo tenido tan cerca, pero aun así contentos por los agraciados, “gente muy trabajadora”. La felicidad a otro cliente le llegaba por parte de su familia. Primitivo siempre había comprado la participación del Gimnasio, “está vez la amiga que nos la vendía se las dejó en Valladolid, aun así he tenido suerte porque mi hermana vive allí y le ha tocado alguna participación”.
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