El retraso del nuevo Hospital de Salamanca es un hechoevidente. Si bien su apertura se esperaba hace casi 8 años, por diversas circunstanciasse ha ido retrasado -la última, la pandemia del COVID-19- y, si bien estáprevisto que durante los próximos meses por fin pueda realizarse el traslado alas nuevas dependencias, nadie lo asegura al 100%.
Sin embargo, los trabajadores sanitarios del ComplejoAsistencial Universitario no aguantan más, y reclaman que el nuevo Hospitalpueda utilizarse ya y no sólo si la pandemia colapsa el resto de dependenciassanitarias -así está previsto en el Plan de Contingencia del CAUSA: una unidadREA si fuera necesaria-.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la enésima inundaciónque ha sufrido el Servicio de Rayos X del hospital Clínico. Un problema recurrenteque, pese a que es solventado cada vez que ocurre, no tiene una solución final,por lo que las tuberías que circulan por el techo de estas dependencias vuelvena romperse cada cierto tiempo.
Desde primera hora del martes, 8 de septiembre,volvía a suceder. Las tuberías estallaban y, desde ese momento, todos lostrabajadores se encuentran achicando agua, que tratan de recoger con cubos, toallas, sábanas ymantas para evitar así que la inundación sea mayor.
“Necesitamos el nuevo Hospital, pero no cuando colapse estecon la pandemia. Lo necesitamos ya porque esto no es puntual, y así sedificulta mucho nuestro trabajo”, denuncian algunos de los trabajadores aSALAMANCA24HORAS, que confían en que más pronto que tarde puedan trasladarse alnuevo centro hospitalario.