Picardía e ironía para sobrevivir en una sociedad repleta de desigualdades, donde los pobres solo se hacían más pobres. En este contexto nace el famoso personaje del Lazarillo de Tormes para rebelarse contra el ideal caballeresco de la época al más puro estilo charro en 1554.
Casi 500 años después desde la publicación de esta novela, esta figura sigue siendo "un reclamo en Salamanca", ha asegurado el alcalde Carlos García Carbayo en el homenaje a la escultura del Lazarillo de Tormes del escultor Agustín Casillas con motivo de su 50º aniversario, que se ha celebrado este lunes 16 de septiembre. Para ello se ha descubierto una placa conmemorativa y se ha hecho entrega de una ofrenda floral al monumento situado en las proximidades del Puente Romano.
"Los visitantes que llegan a la ciudad inmortalizan con sus cámaras esta escultura, ubicado en el pasaje donde el avispado chiquillo de Tejares engañó", ha continuado contando el edil salmantino sobre esta obra "envuelta en misterio" junto a los miembros de la corporación municipal, familiares del escultor y la asociación de vecinos, presentes en el acto que busca poner en valor al artista que "la gestó y la creó para convertirse en un elemento imprescindible sin el cual no se puede entender este rincón de la capital".
El paso del tiempo ha convertido a estos dos personajes en una representación "icónica", que habla de una "unión inquebrantable entre Lazarillo, su Tormes y su Salamanca", donde hace medio siglo entre longanizas, panes o vino se destapó. "Ni el propio Agustín imaginó la trascendencia de esta imagen con el paso de los años", la cual se colocó en un primer momento en la entrada del Puente Romano y posteriormente en 1993 se trasladó al emplazamiento actual.
Carbayo ha señalado que es una de las esculturas que "más enorgullecía a Casillas" y ha recordado que ha sido protagonista este mismo verano de una de las rutas teatralizadas del programa ‘Salamanca, culta y oculta’. Desde ella partía el itinerario en el que el propio Lazarillo de Tormes recorría enclaves repletos de misterio como el Puente Romano, el huerto de Calixto y Melibea y la Cueva de Salamanca.
A este "recordatorio repleto de belleza" se han sumado Antonio y Lydia Casillas, hijos del escultor, quienes han agradecido el gesto. "50 años y parece que fue ayer, ojalá dentro de otros 50 esté alguno de nosotros en otra efeméride similar", ha destacado Antonio concluyendo con un verso del poeta Rafael Laínez Alcalá: "Muchos de nosotros hemos sido lazarillos en Salamanca".
La plaza central del parque de La Alamedilla llevará el nombre del escultor salmantino Agustín Casillas
El escultor salmantino Agustín Casillas suma el mayor número de obras integradas en el paisaje urbano de Salamanca, siendo en total de 13 y por ello han anunciado que la plaza central del parque de La Alamedilla llevará el nombre del artista. "Su trabajo y su creatividad embellecen rincones del parque por donde paseaba cada mañana para desplazarse de su casa hasta su estudio", donde se ubican ‘La mujer de la llave’ y ‘El rapto de Europa’.
De esta forma, el Ayuntamiento de Salamanca ha despejado las dudas y críticas que surgieron entre los salmantinos a finales de agosto cuando denunciaron la aparición de la Náyade en la escombrera municipal, aunque como ya detallaron fuentes municipales a Salamanca24horas, tan solo se trataba de "labores de mantenimiento e impermeabilización en la fuente" de dicha localización, por lo que a los días volvió a su lugar original.
"Se subsana una deuda pendiente para que disfruten de su magistral arte, un trabajo que pervivirá siempre en nuestras calles y plazas, así como en las exposiciones que honran su memoria porque el arte es inmortal", ha concluido Carbayo.
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