Este viernes, 28 de junio, se ha celebrado el Día del Orgullo en Salamanca con diferentes actividades que han abarcado toda la semana, hasta llegar a su culmen con la manifestación que ha podido salir, para suerte de muchos, a pesar del aviso naranja en el que estaba sumergida la capital del Tormes.
Desde por la mañana, el colectivo Iguales ha realizado una serie de eventos con los que ha querido reivindicar una serie de derechos, como la igualdad legislativa, sobre todo en las personas no binarias, cómo ha tenido lugar con la colocación de la bandera LGTBIQA+.
El recorrido ha comenzado desde la Subdelegación del Gobierno con un taller de pancartas que han versado sobre el lema de este 2024: “No binaries unides, jamás serán vencides”. Una hora después de este acto, a las 19:30 ha dado comienzo la concentración con muchas dudas y con algunos manifestantes mirando al cielo para que la esperada tormenta eléctrica no se diera, aunque ha hecho acto de presencia.
Han recorrido la Gran Vía, han transitado hasta La Alamedilla, avenida Mirat, Condes de Crespo Rascón, han llegado a Prior y, finalmente, han leído una serie de manifiestos entre las diferentes asociaciones allí presentes.
Del mismo modo, la manifestación de este año, 2024, ha dejado claro que los grupos más invisibilizados han de tener más voz, como son las personas no binarias, los asexuales o, por ejemplo, los intersexuales.
Los gritos se han sucedido durante todo el recorrido, y se han podido escuchar algunos cómo: "Basta ya de transfobia criminal", "En estos balcones también hay maricones", "Joven, precario, quema el armario", "No estamos enfermas, estamos estupendas" o "Mi familia mola más porque tiene dos mamás".
En mitad de la manifestación, la lluvia se ha hecho presente en la avenida de Mirat, pero los gritos no han cesado y todos los colectivos presentes han seguido con la marcha para poder terminar el recorrido.
En la Plaza Mayor, Iguales ha leído un manifiesto en el que han querido exponer “la oleada de delitos de odio que sufrimos, apoyados por las ideas de la extrema derecha, es más importante que nunca que estemos unides. En un mundo ‘lgtbófobo’, la solidaridad y el apoyo mutuo son herramientas vitales para nuestra supervivencia. Solo nos tenemos a nosotres mismes”.
Asimismo, han hecho hincapié en la “Q” de las siglas, explicando que quieren “un pasado, presente y un futuro queer, un futuro donde todes podamos estar, y donde nadie se quede atrás. Queremos una Salamanca con aulas seguras, donde se reconozcan nuestros nombres, nuestros pronombres y nuestra identidad. Queremos no tener que escoger entre vivir nuestra identidad y un sueldo mínimo. Queremos un futuro donde en Salamanca no necesitemos un diagnóstico psiquiátrico para iniciar tratamientos hormonales.”
Finalmente, han concluido con un mensaje claro: “Seguimos existiendo, aunque no quieran vernos. Intentarán borrarnos, pero seguiremos aquí. No somos tu molestia, tu entretenimiento, tu porno o el enemigo, somos personas con necesidades y derechos, que merecemos y juntes exigimos que se nos trate como iguales. ¡No binaries unides jamás serán vencides!”.
Un día que ha servido, según las personas del colectivo, para hacer frente al odio que han sufrido en diferentes ocasiones, para dar visibilidad a cualquier tipo de género y para reclamar una serie de derechos como el de reconocer a todo tipo de identidades.