El último pleno del Ayuntamiento de Salamanca, celebrado el 9 de febrero de 2024, aprobó uno de los últimos trámites en los que el Consistorio tiene competencia para que la zona del río Tormes cuente con un nuevo emplazamiento hostelero gracias a la aprobación definitiva de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Salamanca que permitirá su instalación y posterior explotación.
La idea es recuperar la Aceña del Arrabal, un solar que actualmente se encuentra sin uso, en una condición cercana al semiabandono y que está situado frente a la iglesia y a la orilla del río Tormes, muy próximo a otro establecimiento hostelero. Además, aprovechando esa remodelación y recuperación, se instalaría el pequeño espacio dedicado al negocio de hostelería que, según el proyecto aportado, no afectaría a la visibilidad actual del espacio.
La Aceña del Arrabal corresponde a un conjunto inicial que estaba compuesto por la pesquera que compartía con la harinera El Sur, donde hoy se sitúa el Casino de Salamanca -situado en el lado opuesto del río-, edificado, eso sí, sobre otro molino que había antes de la harinera. Cuenta un terreno total de 664 metros cuadrados, de los que hay 133 construidos y donde se situaba el antiguo molino; todo ello sin uso y en un estado bastante deteriorado.
Con la idea de recuperar ese espacio, se ha presentado un proyecto al Ayuntamiento de Salamanca con el que se quiere, por un lado, llevar a cabo un proceso de restauración del inmueble para uso y disfrute abierto al público general y, por otro, utilizar una parte de la parcela para instalar un bar o un restaurante.
Uno de los pasos para que eso pudiera suceder era la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, puesto que las dos licencias de la parcela - uno para la edificación existente y otra para la parcela de la que solo queda el muro perimetral- no permitían el uso hostelero. Por este motivo, el pleno del Ayuntamiento de Salamanca aprobó el dictamen de la Comisión de Fomento y Patrimonio para permitir otros usos en este terreno, algo que generó controversia entre el equipo de gobierno y oposición.
No obstante, la mayoría absoluta del PP ha dado luz verde a un proyecto cuya principal motivación privada será la de disponer de una parte del solar para adecuar una actividad empresarial relacionada con la hostelería, pero también se hará un uso didáctico y expositivo del propio molino, para intentar convertirlo en un aliciente turístico para la zona, así como una alternativa diferente a un inmueble que actualmente está en desuso.
Para ello el proyecto presentado al Ayuntamiento propone hacer “edificaciones o instalaciones portátiles temporales, de fácil levantamiento, en cavados que sean similares al entorno, siendo poco invasivas o agresivas con los mismos y así evitar la modificación del relieve actual, imagen o del perfil de la ciudad vista desde este lado del río o hacia esta parte desde la ciudad. No teniendo impacto en él”, puesto que, según la memoria, el edificio que se disponga no podrá superar la altura del vallado perimetral existente actualmente, por lo que los promotores insisten en que el impacto visual será mínimo en función a lo que ya se encuentra en el lugar.
Del mismo modo, los promotores de la idea aseguran que se tomarán todas las medidas necesarias “para evitar las molestias que se puedan producir debido a la contaminación lumínica, ruidosa o los residuos generados”.
En cuanto al atractivo turístico, plantean que la actuación sobre el inmueble recuperará este bien y promoverá un punto de visita diferente en la zona con la idea de recuperar el entorno y afianzar la ribera sur del río Tormes como un nuevo espacio turístico y de ocio.
“Como motivo principal de la modificación, se realizará la recuperación del edificio, del museo-molino, que mostrará de alguna manera la historia del molino y por ello, parte de la ciudad, dando la opción de poder ser visitado por la población, teniendo un uso expositivo o didácticos, con un valor cultural por ser visitados de manera puntual y controlada. Rehabilitando las instalaciones o elementos existentes en él. Siendo esta actuación una justificación principal y acreditación importante de interés público”, según se recoge en el proyecto, donde también se asegura que se creará un mirador en la parte trasera del molino para el disfrute del público general, inexistente en la zona.
Por el momento, se desconoce la fecha de ejecución de este proyecto, que ya cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento, pero también deberá contar con la aprobación de la CHD. No obstante, insisten los promotores, puesto que es la principal preocupación de vecinos y asociaciones de defensa del patrimonio, habrá un “impacto visual nulo sobre el entorno existente” para el que se intentará con este proyecto crear un nuevo aliciente.