Las estafas a través de ataques “phishing” se han popularizado y extendido con la llegada de los smartphones. Los móviles se han convertido en una extremidad más de las personas, las cuales cada vez pasamos más tiempo consultando nuestro terminal para todo tipo de cuestiones. Esta nueva realidad está siendo aprovechada por los delincuentes y demás malhechores, que se sirven de estafas telefónicas vía sms o mensajes de Whatsapp para acceder ilícitamente a información confidencial del usuario.
El phishing es un intento de suplantación de identidad: los ciberdelincuentes se hacen pasar por una empresa, institución o servicio conocido y con buena reputación para engañarte y conseguir robar tus datos privados, credenciales de acceso o datos bancarios. Esta práctica fraudulenta se apoya en la ingeniería social, es decir, su éxito se basa en la confianza que tienes en la empresa o institución que está siendo suplantado. Por ello, muchas de estas comunicaciones utilizan la identidad de los servicios financieros o bancarios.
La última que está circulando ya por multitud de teléfonos de ciudadanos salmantinos consiste en un sms que simula ser un aviso por parte del Banco Santander y que te remite a un enlace engañoso en el que se solicitan una serie de datos bancarios que de ninguna otra manera un banco te solicitaría de esta manera. En este caso, el enlace si es abierto a través de una pestaña de Google será señalado como “un sitio web engañoso”.
Los expertos en estas estafas (las cuales también pueden llegar muchas veces a través del correo electrónico) aconsejan siempre fijarse en el enlace que se envía y desconfiar de asuntos alarmistas –según precisa el Banco Santander en su web- que incluyan mensajes del estilo “Tiene un mensaje nuevo de seguridad”, “Detectados movimientos sospechosos”, “Tienes un paquete esperando” o, el último recibido por muchos salmantinos en sus móviles, “Por tu seguridad acceda a la cuenta online en este sitio”.
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