Así, el sindicato ha afirmado que existe un elevado número de personas que realizan prácticas no laborales, que rondaron 866.000 personas en 2018.
Esto, desde su punto de vista, tiene "un impacto importante" en el sistema de Seguridad Social y en los salarios. En concreto, en 2018 este fue de 3.049 millones de euros si estas personas hubiesen cobrado el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y de 4.251,8 millones de euros si hubiesen cobrado lo que indica la Encuesta de Estructura Salarial para el tramo de edad de 20 a 29 años (14.349,26 euros anuales).
Por otro lado, el impacto que las prácticas no laborales tienen sobre el sistema de la Seguridad Social ascendió en 2018 a 1.143,4 millones de euros en cotizaciones si estas personas hubieran cobrado el SMI y a 1.594,4 millones de euros en cotizaciones si hubieran cobrado lo que indica la Encuesta de Estructura Salarial para ese tramo de edad.
Por todo ello, UGT ha insistido en la necesidad de abordar en el marco del diálogo social la creación de un Estatuto de Prácticas no Laborales, ya que la situación actual, según el sindicato, "no solo supone una rebaja en los derechos y condiciones laborales en la contratación de los jóvenes, sino que también provoca una pérdida importante de puestos de trabajo en condiciones reguladas a causa de la sustitución por becarios y jóvenes en prácticas no laborales".
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