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El trabajo silencioso de la Policía Local mientras los salmantinos disfrutan de la Navidad

Los agentes municipales aparecen en el lugar que se les requiere. Da igual el día y la hora, su presencia está asegurada en las calles de la ciudad, también en Navidad. Su trabajo principal, más allá de casos excepcionales poco frecuentes, se basa en estar para prevenir cualquier delito. Su trabajo silencioso lo vivimos en primera persona en SALAMANCA24HORAS
 

Una parte de la seguridad en las ciudades está en la Policía Local. En SALAMANCA24HORAS hemos pasado dos tardes de patrulla con agentes del Cuerpo, que nos han contado su trabajo diario que, en definitiva, trata de prevenir malos hábitos y hacer la vida más fácil con su presencia a los ciudadanos. 

Esta es, de hecho, su principal actuación por tiempo de participación y eficacia. Su simple presencia por las calles de Salamanca, en la que habitualmente hay más de diez patrullas, consigue erradicar muchos delitos que, en la capital charra, suelen ser temas de tráfico o hurtos, más aún en las aglomeraciones propias de las calles peatones del centro de la ciudad. 

De hecho, lógicamente, el suceso ocurrido en la calle Príncipe no es algo habitual, como explican los propios agentes, que recuerdan, además, que ya todo se opera a través del número de emergencias 112. Una vez allí, si coinciden agentes de varios cuerpos, incluido el de Bomberos, es el jefe de estos últimos el que debe organizar el operativo mientras al resto se le encomiendan una serie de tareas como evacuar, cortar el tráfico. “Se moviliza todo lo que sea necesario. Policía Local lo primero que va a hacer es acotar el lugar, cortar el tráfico y ponerse a disposición del jefe de Bomberos”. 

Sin embargo, el día a día es muy variante y, normalmente, no ocurren estos sucesos. “Puede haber tardes que el mayor número de llamadas sean por ORA o vehículos mal estacionados. La carga de trabajo no la podemos ir organizando. Ahora es previsible más afluencia de gente y, por tanto, más llamadas”, comentan los agentes en una tarde que, efectivamente, fue tranquila.

Esto es, eso sí, el objetivo de la presencia policial en barrios y calles. “El quid de la Policía es presencia y prevención. Ese es el mejor trabajo que hace la Policía Local. Cuantos más agentes estén en la calle, menos delitos hay. Es una cuestión básica”.

Pequeños detalles

La preparación a la que tienen que estar sometidos llega hasta lo que para los demás puede pasar totalmente desapercibidos. Un coche mal aparcado con las luces encendidas puede ser objeto de un robo o un problema mecánico en un coche puede acabar en un atentado a la autoridad, como ya ha ocurrido en alguna ocasión. Por eso, el nivel de alerta siempre se debe mantener y la ayuda del resto de compañeros, también. 

De hecho, en muchas ocasiones se piden patrullas de apoyo en situaciones que pueden acabar complicándose, a pesar de que luego no lo haga, independientemente del delito cometido. Ya saben, siempre es mejor prevenir que curar. 

En otras, también se encuentran con el delito simplemente con estar presentes. Esto mismo les ocurrió no hace mucho a los agentes que compartieron un día con nosotros cuando tuvieron que perseguir a un ladrón de un establecimiento comercial del centro que salía huyendo. Obviamente, tras la detención y puesta a disposición del Juzgado de turno, el trabajo de los policías en este mismo caso simplemente acaba siendo el de declarar en el juicio correspondiente, en el que también pasan buena parte de su tiempo.

Colaboración entre cuerpos

El compañerismo y profesionalidad existentes en la Policía Local es excelente, al igual que la relación con la Policía Nacional, más allá de mitos y fábulas. “Quien piense que la relación es tensa, se equivoca. El policía sale a la calle a prestar un servicio público, independientemente del color que lleve. Nunca he visto que otro compañero de otro cuerpo se haya negado a prestar un apoyo a otro agente”.

Eso sí, cada agente tiene muy bien definidas las competencias que tiene cada uno pero todos están preparados para prestar el apoyo necesario en otros ámbitos. “Cualquier agente está preparado para afrontar cualquier situación que surja en el día a día. Las herramientas, es verdad, son diferentes, así que la colaboración existe”. 

Incluso las jefaturas de ambos cuerpos están preparando una serie de controles rutinarios en los que repartirse el trabajo, de manera que acaben resultando más efectivos y rápidos con las competencias de cada uno claras. 

La Policía Local en Navidad

Este servicio municipal de seguridad no se resiente en periodos vacaciones de mayor flujo de gente en las calles. De hecho, suele aumentar su servicio para que la ciudadanía no se pueda ver afectada con patrullas de refuerzo en días especiales. Ahora, por ejemplo, en Navidad, la mayor cantidad de delitos son hurtos en las calles céntricas por lo que varios agentes patrullarán a pie y en coche por Salamanca. 

“Salamanca es una ciudad turística. Hay que estar muy atento del tema de carteristas y estamos muy pendientes de las comidas y cenas. No vamos a pasar por alto que alguien consuma alcohol y le pueda estropear la vida a otra persona. No lo podemos permitir. Pero en el trabajo diario intentamos pasar desapercibidos. Si somos protagonistas, es que algo está pasando y eso no interesa. Ahora hay más trabajo porque hay más personas pero la gravedad del delito no es mayor o menor según la época del año”, comenta un agente.

A ello se le suma el trabajo de siempre, el más común, referente al tráfico de vehículos.  A pesar de ello, quieren dejar claro que, en ningún caso, se cuenta con un afán recaudatorio. De hecho, las multas no se ponen a discreción sino que se trata de que “no se generen unos malos hábitos que recaban en una mala circulación”. 

En el mismo sentido se enmarca el llamado ‘multacar’, que “está para facilitar el trabajo a los policías”, como dicen. “Nosotros no cobramos más por cada denuncia que ponemos, que quede claro. El ‘multacar’ no va a toda pastilla para coger cuantas más multas mejor. El operador decide si la infracción es grave y lo que hace es pasar y corregir. Es una herramienta disuasoria. Se pueden permitir ciertas cosas pero no otras que se aprovechan de esas circunstancias”. 

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