La pandemia ha impactado emocionalmente en todos los trabajadores, aunque en mayor o menor grado de sintomatología, según el estudio 'Impacto Salud Psicológica y Emocional Intergeneracional en tiempos de la COVID-19', del Observatorio Generación & Talento y la Universidad Europea.
En la sesión informativa 'Cómo potenciar la salud & bienestar de cada generación en el trabajo', organizada por este Observatorio, Elena Cascante, una de sus socias directoras, ha recordado algunas conclusiones de este estudio.
Por ejemplo, que las generaciones más jóvenes son las que están más afectadas en sus niveles de ansiedad, de depresión y de incertidumbre con respecto a sus condiciones laborales. "La Generación Baby Boomer, por su parte, es la más impactada cuando se relaciona la ansiedad con un posible contagio de COVID-19", ha detallado.
El estudio también concluye que las mujeres de todas las generaciones lo están pasando mucho peor que los hombres en estas cinco variables, y sobre todo las más jóvenes.
Los colectivos más afectados, según factores sociodemográficos, son divorciados y viudos; con muchos hijos; con personas dependientes a su cargo; con cargas familiares y financieras; con un bajo perfil profesional y un bajo nivel de ingresos.
Según Elena Cascante, es importante subrayar que cuando llegó la pandemia los trabajadores "ya venían con una mochila de salud a mejorar, sobre todo con una salud psicológica deteriorada". Así lo confirmaba otro estudio, previo a la pandemia, del Observatorio Generación & Talento. "La crisis sanitaria ha agudizado mucho más este deterioro", afirma la experta.
Cada generación vive su salud de diferente manera. Por ejemplo, y según este estudio, el gran reto que tienen por delante las generaciones más senior (Generación T y Baby Boomer) tiene que ver con su salud emocional. Se enfrentan a un nuevo desafío, que es la jubilación, y esto les impacta y genera incertidumbre.
"Tenemos que comprender además que -por su situación laboral- muchos viven con miedo. El miedo a no llegar a la jubilación. Sienten que ya no se cuenta con ellos o que no están en los retos más importantes dentro de las organizaciones; que sus carreras han dejado de progresar, y se sienten apartados. También nos refieren tristeza, porquedespués de tanto trabajo y sacrificio no tienen el reconocimiento suficiente", ha explicado Cascante.
La salud psicológica es también el escenario más preocupante de la Generación X: "La fuente del estrés que están viviendo tienen que ver con el ámbito laboral. Es una generación con mucha responsabilidad tanto en el ámbito profesional como en el familiar, y no saben cómo armonizar ambos escenarios, y esto les genera gran ansiedad. La falta de tiempo es su gran demanda".
Las generaciones más jóvenes, los millennials y la Generación Z, por su parte, reclaman tiempo que no tienen, por ejemplo, para relacionarse, para vivir su ocio o formarse. Entendiendo que esa formación es la llave para su desarrollo profesional. Además, "viven en lo digital, y esto está impactando en su salud, tanto física, como emocional y relacional".
Por todo ello, concluye Elena Cascante, "las organizaciones necesitan trabajar con sus plantillas en su salud y bienestar, y necesitan intervenir para ayudar a aquellos que lo están pasando especialmente mal por el tema de la COVID-19".