Todas las pacientes de Urgencias del Hospital de Salamanca serán preguntadas sobre si sufren violencia de género

El nuevo protocolo de Urgencias del CAUSA señala que las enfermeras de Triaje deben hablar sobre violencia de género para detectar posibles casos

Guardia Civil en el Hospital de Salamanca
Guardia Civil en el Hospital de Salamanca

Las mujeres que acudan a Urgencias del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca recibirán en triaje una serie de preguntas relacionadas con la violencia de género.

No tendrá nada que ver el motivo de la urgencia para realizar esas preguntas, aunque sí se aplicará ese protocolo con más inmediatez o no en función de las respuestas o los indicios.

Una guía y un reglamento interno del propio hospital que trata de identificar posibles casos de violencia de género, que no obstante también ha despertado algunos detractores.

“El maltrato a la mujer es algo tan común para tanta gente que ahora lo preguntamos a todos los pacientes ¿Puedo preguntarle al respecto?”

Este protocolo se aprobó el 25 de septiembre de este 2024 y durante estos últimos meses del año se comenzará a aplicar.

Para ello, y previamente en el triaje, una vez que se ha constatado el motivo de la consulta y la toma de constantes clínicas, se harán una serie de preguntas que servirán como cribado.

Según recoge el protocolo, la primera condición es que la mujer tiene que tener estabilidad clínica, pudiendo posponerse o aplazarse la detección en caso contrario. Con esta premisa cumplida, el sanitario debería realizar preguntas genéricas para después “entrar a la concreta”. Ponen de ejemplo algunas formas de preguntar: “El maltrato a la mujer es algo tan común para tanta gente que ahora lo preguntamos a todos los pacientes ¿Puedo preguntarle al respecto?”.

Ante esta situación caben dos posibilidades, la respuesta negativa, algo que deberá respetar el facultativo, pero facilitará información genérica sobre el maltrato; y la afirmativa, donde se pasará a las preguntas concretas.

Cuestiones para identificar un posible caso de violencia de género que pueden ser las siguientes:  “¿Alguna vez ha sufrido amenazas o lesiones a manos de alguien?” “Se encuentra o se ha encontrado alguna vez en alguna relación en la que sufriera lesiones físicas, amenazas o sintiera miedo (o inseguridad)?”  “¿Ha sufrido alguna vez maltrato emocional, físico o sexual a manos de su pareja o de alguna persona importante para usted?”.

Si a pesar de que las respuestas, tanto las primeras genéricas, como las específicas después, resultaran negativas por parte del paciente, pero el sanitario encuentra signos de sospecha, este deberá ofrecer información general sobre el maltrato y la implicación de los profesionales sanitarios: “Me dice que ahora no le pasa, pero si alguna vez esto le ocurriera, no dude en contar con nosotros, este es un problema que les pasa a muchas mujeres y que les puede afectar gravemente a su salud y causar mucho sufrimiento, por eso nosotros los sanitarios preguntamos a todas nuestras pacientes por ello”, es uno de los ejemplos que aparecen en la guía clínica de Sacyl.

Negativo, confirmado o sospecha

Con las preguntas específicas contestadas el profesional sanitario podrá decidir el siguiente paso.

Si el cribado ha sido negativo, es decir las tres preguntas han sido respondidas negativamente y no hay indicios de sospecha, se entenderá por un NVG (Negativo Violencia de Género) y se cerrará el proceso para seguir la atención normal del paciente.

Sin embargo, tanto si el resultado de alguna de las respuestas ha sido afirmativo (CVG, Confirmación Violencia de Género), o si simplemente hay sospechas de un caso de violencia de género (SVG), se iniciará el protocolo.

En ese momento un celador acompañará a la mujer a la sala de espera situada entre las consultas 3 y 4, aportando mayor seguridad e intimidad a la paciente. Además, la persona encargada del triaje deberá comunicarse telefónicamente con el adjunto asignado.

Según determina este protocolo, el médico adjunto al que le haya correspondido el caso (avisado desde triaje) será el encargado de evaluar el riesgo vital de la paciente, aunque esta no reconozca el maltrato.

Del mismo modo, deberá avisar al personal de trabajo social del hospital, quien se pondrá en contacto con el médico de Atención Primaria de la paciente o personal de trabajo social de su centro de salud.

Así mismo, dejará constancia de la confirmación del caso de violencia de género o de la sospecha en la historia clínica de la paciente.

Por último, rellenará el parte judicial donde especificará el caso o la sospecha y la negativa de la paciente a reconocerlo.

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