La noche de este jueves la iglesia de la Purísima ha celebrado la última homilía del ciclo de 'Noches de pan y luz', en el que cada jueves de los meses de julio y agosto se ha celebrado una eucaristía especial. Pero sin lugar a dudas, este último encuentro ha llevado consigo una enorme sorpresa para los feligreses que se han reunido hoy en la capilla, pues el sacerdote Policarpo Díaz ha concluido el acto ofreciendo unas palabras sobre el dolor que ha sufrido durante estos últimos años.
"Me presento ante vosotros enfermo del alma". Así ha comenzado el capellán sus duras declaraciones. Y es que hace dos semanas, el sacerdote anunció públicamente los abusos sexuales que sufrió en su infancia por parte del que fue su párroco en aquella época.
Policarpo, que aunque ha hecho hincapié en que "no habla desde el odio ni la rabia" ha contado su historia ante una iglesia colmada de fieles. "Cuando era niño sufrí abusos sexuales, de conciencia y de autoridad. Fui un 'pelele' en manos de un adulto veinte años mayor que yo", ha expresado.
Un trauma que le ha acompañado durante todos los años de su vida pero que había parecido 'olvidar'. Tras un considerable tiempo, parece que el trauma volvió a atormentarle. "Fue como si se me acabara el efecto de la anestesia y yo siguiera en la camilla de la operación", ha expresado el sacerdote.
La vuelta de esos dolorosos recuerdos le causó secuelas físicas tales como tensión alta, crisis de ansiedad o arritmias, y tras acudir a varios profesionales, los psicólogos explicaron que aquellos años de silencio venían provocados por un estado de 'disociación', en el que el paciente esconde sus traumas para no permitirse sentir dolor por ellos.
Tanto los profesionales, como sus acompañantes espirituales y su entorno de fieles le animó a expresar públicamente el dolor que sintió en su infancia y así lo decidió hacer el sacerdote. Fue durante la Pascua del año 2022 cuando Policarpo se animó a alzar la voz, y tal y como ha relatado durante la eucaristía de la noche de este jueves "la tensión y el dolor que sentía, unidos a las sesiones de terapia, no permitían continuar con mi labor católica", por lo que pidió permiso para ausentarse de la Diócesis, propuesta que le fue concedida.
Policarpo finalizó su intervención afirmando que "los casos de abusos sexuales a menores, y a no menores, por parte de la iglesia son un problema vigente en los días de hoy y no se debe esconder ni minimizar".
GALERÍA | Testimonio de Policarpo Díaz en la última homilía de 'Noches de pan y luz'
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