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El Teléfono de la Esperanza, el número que escucha y comprende: “Cuando una persona quiere suicidarse, no quiere perder la vida, quiere dejar de sufrir”

Por el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, han explicado desde la institución todo lo que se debe saber sobre una problemática que afecta tanto a jóvenes como a mayores

024, teléfono de la esperanza. Foto de EP

Los datos hablan por sí solos, son muchas las personas que se suicidan en el día a día, un problema de Estado en que las instituciones públicas y los Gobiernos tienen que seguir trabajando conjuntamente en pro de un objetivo común: luchar por cuidar la salud mental de las personas.

Este tema, que no entiende de edades ya que abarca desde los más pequeños a los más mayores, hay que tratarlo con la mayor urgencia posible, recordando siempre que hay una salida para todo tipo de problemas, como han ido trabajando diferentes asociaciones y entidades que, sin ánimo de lucro, luchan por evitar estos terribles sucesos.

‘Llama a la vida’, al '024'

Durante el covid, estos datos se vieron incrementados alarmantemente poniendo el grito en el cielo, para conseguir luchar contra una problemática que tampoco entiende de sexos, que no entiende de clases sociales, y donde podría estar afectando a nuestro hijo, amigo, vecino o conocido.

El propio Gobierno pone a disposición de la ciudadanía un número de teléfono que serviría para atender estos casos, el denominado ‘Llama a la vida’, en el 024. Esta línea está diseñada como un espacio seguro y confidencial, que ayudaría a encontrar alternativas a estas complicadas situaciones. 

El 024, además de atender al propio usuario, también está dirigido a los familiares y allegados del entorno, brindando tanto orientación como pautas a seguir para ayudar a la persona. Del mismo modo, también se atiende a las personas que estén en pleno proceso de duelo, lo que ayuda también a llevar mejor el día a día.

Para entender toda la realidad que envuelve este asunto, habría que hablar de número. Desde 2018 hasta ahora, la tasa ha ido in crescendo hasta los últimos datos que recoge el Instituto Nacional de Estadística, que datan de 2022

Por cada 100.000 habitantes, la tasa se situaba en 8,8 personas, mientras que cinco años después, aumentó hasta las 10. Unos datos, además, que se hicieron con el fin de que de aquí a 2030, se redujera en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento, así como promover la salud mental y el bienestar.

Datos del suicidio en Castilla y León desde 2018 a 2022

Con respecto a la media que se ha registrado en Castilla y León, teniendo en cuenta que somos unos 2,3 millones de personas en el conjunto de la región, unas 230 personas fallecieron por esta causa. En Salamanca, si tuviéramos en cuenta que por aquel entonces, en toda la provincia había 320.000 personas, se llegaron a suicidar 32 personas, un número muy alarmante y que ha hecho que se tengan que tomar medidas. Si los comparamos con 12 años atrás, en 2010, los datos son parejos con 27 personas registradas por esta causa de muerte.

"No necesitan escuchar que todo se va arreglar, sino acompañarlos en ese sentimiento indagando en por qué esa persona así"

Y es que el suicidio se ha convertido en la primera causa de muerte no natural tanto en jóvenes como en personas mayores, más que los accidentes y que cualquier otro motivo, lo que ha hecho que las instituciones también se pongan manos a obra para librar una dura batalla, para brindar apoyo, para mostrar ese camino de salida que sí que existe.

Además del 024, que es el número que pone a disposición de la ciudadanía el propio Gobierno de España, existen más vías como el Teléfono de la Esperanza. SALAMANCA24HORAS ha hablado con Carmen Igea, presidenta del mismo en la región del Tormes, para ahondar en esta problemática.


Carmen, muchas veces da miedo hablar sobre el suicidio, sobre todo por no provocar el temido efecto llamada, pero aquí hay una cosa muy clara, y es que es algo sobre lo que hay que hablar, no puede quedar tapado sobre todo, cuando afecta a tantas personas.

Por supuesto. Si hay una cosa clara, es que no se puede utilizar como morbo, Anass. Por desgracia ocurre cada vez con más asiduidad, y sobre todo en personas jóvenes. Lo importante es aprender a escuchar, porque si estas personas hubieran tenido a alguien con quien hablar, otro gallo cantaría. Cuando una persona quiere suicidarse, no es que quiera perder la vida, es que quiere dejar de sufrir. Necesitan ser escuchados y entenderles. No necesitan escuchar que todo se va arreglar, sino acompañarlos en ese sentimiento indagando en por qué esa persona así.

"No podemos dar consejos a nadie, pero esas pequeñitas cosas, hay que ir descubriéndose poco a poco para empezar a ayudar"

Todo esto indica que algo estamos haciendo mal desde la educación temprana.

Yo, como madre y abuela, intentamos educar a nuestros hijos de la mejor manera posible. Es posible que nos estemos perdiendo algo por ser demasiado exigentes o permisivos. Tiene que haber algún término medio de diálogo con esos jóvenes. Con el Teléfono de la Esperanza hemos hecho charlas en algunos colegios, hablando con los alumnos de los valores que tienen e intentado descubrir las fortalezas que tienen. Teniendo la autoestima alta y sabiendo que los problemas se pueden solucionar. 

¿La importancia radica entonces en saber escuchar y valorar ciertos comportamiento y soluciones?

Es muy importante hablar con los jóvenes, sobre todo con personas que han perdido algo importante y están en una situación de crisis. Hay que saber también valorar cambios de comportamientos en los estudios, en el humor… y no podemos dar consejos a nadie, pero esas pequeñitas cosas, hay que ir descubriéndose poco a poco para empezar a ayudar.

Hablamos de salud mental, aquí hay algo claro, pedir asistencia psicológica cuando se necesita es clave. El problema radica en que, a través de lo público, se suele tardar mucho. Hay que trabajar en eso también, en dar una asistencia rápida y eficaz para evitar situaciones que no se pueden revertir.

Por desgracia esto pasa, pero tenemos unos servicios sociales que tienen atención psicológica. Como bien dices, a veces se tarda porque no hay suficientes profesionales. Ahora hay diferentes organizaciones que te pueden brindar apoyo según la situación que tengas. Por ejemplo, el Teléfono de la Esperanza tiene profesionales anónimos y voluntarios, que atienden a personas que necesitan algo más especializado. Nosotros no cobramos nada, solo tiene que decirnos que necesita a algún profesional, y esa persona le puede dar cita con otro profesional que lo va a atender, siempre de forma anónima.



Este año, únicamente en Salamanca, se han recibido 1.500 llamas en las que se pedía ayuda. De todas ellas, 163 han sido por la soledad o incomunicación, y 32 de ellas han sido por ideaciones suicidas. Desde 2018 a 2022, hemos visto que han aumentado, pero ahora “parece que han descendido un poco. En verano hemos tenido bastantes llamadas, sobre todo por soledad”, explicaba Carmen.



"Vamos a escuchar sin juzgarles ni darles recetas, sin darles palabras bonitas, escuchando que es lo más importante"

¿Se trabaja lo suficiente, desde las instituciones públicas, en que haya esperanza?

Nosotros trabajamos con ahínco. Hemos tenido muchas conversaciones con el Ayuntamiento de Salamanca, tengo que reconocer que están trabajando en lo que pueden para ayudar a esas personas. Se ha creado un grupo de salud mental en el que se está trabajando para mejorar todo ese ámbito.

¿Se ha creado un chat para ello verdad?

Sí, está dirigido a adolescentes y jóvenes. Ha sido muy importante porque pueden hablar con la persona que está detrás.

En una época en la que se ha intentado adaptarse a los jóvenes ya que ahora también parece que da más apuro hablar por teléfono.

Por eso se creó, porque les da más confianza. Se sienten más cómodos y se desenvuelven mejor en redes sociales y por medio escrito. Esta ayuda se ofrece inmediatamente. Se accede a través de la App Conectate Social, donde acceden también profesionales con los que hablar.

¿Qué mensaje se puede transmitir a través del Teléfono de la Esperanza, en un número que trabaja por y para la sociedad?

Mensaje de que hay solución. De que hablen con las personas, de que estamos al otro lado del teléfono y de que hay profesionales que les pueden atender. Que no tenga miedo, que nosotros, escuchándoles, vamos a aliviar ese dolor que tienen. Les vamos a escuchar sin juzgarles ni darles recetas, sin darles palabras bonitas, escuchando que es lo más importante. Queremos ser ese hilo salvador intentando ayudar en que el dolor mengüe y sea menor.


Como explicaba Carmen Igea, siempre hay una última salida a la que acudir, a la que aferrarse y poder ser comprendidos en cuanto a los problemas que tenemos. Con el Teléfono de la Esperanza, 923 22 11 11, se puede hablar con profesionales que atenderán nuestros problemas. Con talleres que se irán anunciando en las próximas fechas, se podrá ir trabajando en pro de la salud mental, ya que, como nos ha comentado la presidenta: “No quieren escuchar que todo va a salir bien, quieren ser comprendidos por la sociedad para resolver el problema”.

Comentarios
Madein ppsoe Hace 1 mes (11/09/2024 09:36)
Ppbrutos y rojipocritas saben que hay una brutal escasez de sicologos y siquiatras en la publica pero se la suda, hemos llegado a limites que ni las bestias del campo..
Carlos Hace 1 mes (10/09/2024 22:35)
No hay suficientes profesionales, y los que hay, no tienen tiempo para escucharte . Son máquinas de recetar pastillas
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