Tomar el sol, bañarnos en la piscina, en el mar, o refrescarnos con el aire acondicionado son gestos típicos que realizamos habitualmente en verano para combatir el sofocante calor que se nos pueda presentar, como el vivido durante estos días en todo el territorio nacional, inclusive en la provincia de Salamanca.
Aunque lo que no tenemos en cuenta es que, si no tenemos precaución, con estos gestos se pueden desarrollar graves problemas para la salud como enfermedades oculares. Y es que, aunque en cada época del año predominan ciertas enfermedades oculares como las famosas conjuntivitis víricas en invierno o las alérgicas en primavera, según relata Macarena González Gran, residente de segundo año de oftalmología en el Hospital Universitario de Salamanca, “es en verano cuando nos exponemos a una mayor radiación solar, a aires acondicionados que generan ambientes más secos y al contacto con aguas de piscinas tratadas con productos químicos que es lo que lleva a desarrollar variedad de enfermedades en los ojos con las que debemos llevar cuidado”.
En el caso de la enfermedad del ojo seco, derivada de la sobrexposición al aire acondicionado, se trata de una de las patologías más frecuentes, que según esta oftalmóloga “incrementa conforme aumenta la edad, dado que se comienza a producir menor cantidad de lágrima y además resulta ser una lágrima de peor calidad que no lubrica correctamente la superficie ocular. Ello lleva a sufrir síntomas como sensación de arenilla, ojo rojo y visión borrosa, porque la película lagrimal es un factor importante en la visión”.
Entre esas enfermedades, la más frecuente es la fotoqueratitis, que produce inflamación de la córnea por la radiación solar, conjuntivitis irritativas, infecciones bacterianas, etc.
¿Qué personas estarían más expuestas a sufrir una enfermedad de este tipo?
En este aspecto, Macarena afirma que “todos tenemos el mismo riesgo de desarrollar todas estas enfermedades”, aunque admite que el problema “aumenta en personas portadoras de lentes de contacto, personas que se exponen largos periodos al sol sin uso de gafas protectoras o aquellas que bucean en piscinas con altas cantidades de productos químicos”.
También advierte de que “los niños podrían verse más afectados al pasar muchas horas al sol y en piscinas durante el verano por abrir los ojos debajo del agua y no usar gafas de sol”.
Usuarios con lentillas
Las precauciones en este aspecto se acrecientan en el caso de los usuarios que usan lentillas, ya que “aumentan las posibilidades de sufrir una infección. Si a eso le sumamos el facilitar que microorganismos que viven en el agua entren en el ojo, el resultado puede llevar a la temida infección por ‘Acanthamoeba’, un parásito que puede llevar a perder la visión por completo e incluso perder el ojo. Por ello, estas personas deben extremar la higiene y estar atentos a cualquier síntoma que pueda surgir, como el ojo rojo, dolor o la visión borrosa”.
Pautas y tratamientos a seguir para evitar una infección en nuestros ojos
“En primer lugar, hay evitar al máximo el contacto del agua clorada con los ojos, así como lugares con agua dulce (ríos, lagos) donde las amebas suelen ser más frecuentes y suponen un riesgo alto para una infección ocular, especialmente en usuarios con lentes de contacto.
En el caso del ojo seco, el tratamiento es más sencillo. Debemos compensar esa mayor evaporación de la lágrima con una lágrima artificial que consiga mantener la superficie ocular en las mejores condiciones de lubricación. Mientras que para las conjuntivitis o infecciones existe tratamiento ya sea antiinflamatorio o antibacteriano dirigido a la causa exacta.
A pesar de todo, según la predisposición de cada uno, así como la agresividad del microorganismo causante, podría haber consecuencias muy graves que terminen comprometiendo la visión. Por ello, resulta esencial la prevención”, explica.
Consejos para cuidar la salud ocular
La prevención, según detalla la oftalmóloga Macarena Gómez, es imprescindible, sobre todo en la época estival, para evitar que se desarrollen problemas de visión. Y para ello la alimentación juega un papel importante: “Una buena alimentación es importante a todos los niveles más allá de los ojos. Pero es cierto, que hay enfermedades como la degeneración macular que se ven agravadas en aquellas personas que no siguen una dieta adecuada y equilibrada”.
Algunos de los consejos que esta experta subraya para no dañar la salud ocular en verano son “usar protección solar con gafas de sol, mantener una buena hidratación en la superficie ocular, evitar el uso de lentes de contacto a la hora del baño y evitar aguas de piscina que empleen altas concentraciones de productos químicos, siendo las piscinas de agua desalinizada una interesante opción”.
Problemas oculares más tratados en el Hospital de Salamanca
Finalmente, respecto a cuáles son los problemas oculares más tratados en lo que llevamos de verano en la provincia de Salamanca, Macarena revela que “en estas últimas semanas es muy frecuente ver pacientes que acuden al hospital por el aumento de la sintomatología del ojo seco o conjuntivitis irritativas por el contacto con aguas tratadas. Por suerte, las infecciones corneales tan graves son poco frecuentes y no las vemos tanto”.