Orinar en la calle o no recoger los excrementos de los animales supondrá una multa aún más ‘dolorosa’ para los bolsillos del ciudadano.
El Ayuntamiento de Salamanca, a través de la aprobación de un acuerdo en la Comisión de Medio Ambiente, ha decidido apostar por frenar rotundamente estas deplorables acciones y mantener una ciudad más limpia aumentado considerablemente las multas que ya venía imponiendo por realizar estas infracciones.
Así, según la información a la que ha tenido acceso este medio de comunicación, por cada una de estas dos infracciones se pagará desde este miércoles un total de 500 euros de multa.
Cabe recordar que anteriormente había una normativa por la cuál se debía abonar 300 euros por realizar una de estas dos acciones en el centro histórico de Salamanca, y 150 en el resto de la ciudad, pero la cuantía se iguala en ese medio millar de euros para ambos casos.
No obstante, también hay que destacar que en el entorno de la Plaza Mayor seguirá imperando un reglamento específico que castiga estas infracciones con una multa de 1.500 euros.
La Comisión donde se ha aprobado este acuerdo no ha estado exenta de debate y polémica entre los representantes de los grupos políticos, puesto que desde el PSOE han apostado por diferenciar las multas entre las infracciones realizadas en la zona BIC y el resto de la ciudad; algo que reduciría las multas a pagar en los barrios y, por consiguiente, el riesgo de no conseguir el efecto de limpieza que se pretende con el aumento del importe económico de las sanciones.