Desde hace unosdías se ha desatado en Estados Unidos una oleada de protestas en contra delracismo institucional, cuyo detonante fue la muerte de George Floyd en Minneapolisdurante una detención policial. Las revueltas han desembocado en todo tipo dereacciones: desde la amenaza del presidente Donald Trump de desplegar alejército hasta la repudia masiva al racismo en las redes sociales.
El movimiento yaes conocido como ?Black Lives Matter? y ha aterrizado en el resto del mundo,también en España, donde se han convocado concentraciones en varias ciudades.Entre ellas, se encontraba Salamanca, que ha acogido una concentración estedomingo, 7 de junio, a las 11 horas, en solidaridad con la lucha en EstadosUnidos y contra la violencia policial.
La misma fue, taly como aclararon desde la organización, una protesta legal y en colaboracióncon el Colectivo Ubuntu, un colectivo antirracista formado por personasracializadas. Por ello pidieron seguir el protocolo sanitario llevandomascarillas y manteniendo la distancia social de dos metros.
A la mismaacudieron más de un centenar de personas -cerca de doscientas, más concretamente-,y durante la misma se leyeron diversos manifiestos y se mostró la repulsa alracismo y a la xenofobia.
Además, alprincipio de la misma, apareció un pequeño grupo de personas que, parecía, querían boicotearla manifestación. Sin embargo, varios de los agentes de Policía Nacional allípresentes -hasta 15- impidieron que sucediera nada y facilitaron que la manifestacióndiscurriera tranquilamente.
Alguna de laspersonas que apareció con el ánimo de interrumpir la concentración portabasimbología de extrema derecha y tuvo un pequeño enfrentamiento verbal con alguno de losmanifestantes que lucía camisetas antifascistas, también como solidaridad algrupo que Donald Trump pretende catalogar de organización terrorista, aunque la cosa no fue a más ya que los allí presentes ignoraron la provocación.