Salamanca se suma a la red de calor sostenible alimentada con biomasa: estará en funcionamiento en varios barrios en 2028
Se beneficiarán 9.000 viviendas y casi un centenar de edificios de uso terciario que llegará en una primera fase al Hospital Universitario, el Campus Miguel de Unamuno y sus áreas de influencia; y en una segunda, a los barrios de Pizarrales, Blanco, Carmen, Capuchinos, Vidal y Oeste
La ciudad de Salamanca ha sido testigo este jueves de una importante noticia anunciada en conjunto por el Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León, en concreto por la consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio dirigida por Juan Carlos Suárez-Quiñones.
La capital del Tormes se suma a la red de calor sostenible alimentada con biomasa, un potente proyecto, ambicioso, que aprovecha la biomasa forestal a través de recursos propios, árboles que hay en la provincia, para generar calor, sumando puestos de trabajo y haciendo a la ciudad más autónoma. Este es un proyecto que ya se está impulsando desde hace años en otros puntos de la Comunidad como es en Valladolid, Ponferrada o Medina del Campo, entre otras; y que es según ha señalado el consejero casi pionero de Castilla y León, puesto que "somos el único gobierno que se dedica a hacer esto", en un panorama, que subraya, "España llega tarde".
La intención, cumpliendo con los plazos previstos, es que en junio de este mismo año se soliciten los proyectos tanto para la realización de la central de generación como para la red, con la previsión de que en el primer trimestre del año 2026 estuvieran en marcha las obras y en 2028 ya estuviera operativa la red de calor sostenible.
Con este proyecto energético, que según ha explicado Sergio Lara, responsable de la empresa pública que se encargará de su desarrollo, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (SOMACYL), se construirá una infraestructura energética basada en energía renovable que estará ubicada en la avenida Mariano Rodríguez Sánchez, donde llegarán directamente los camiones de biomasa, y desde donde se partirá la red de distribución que irá por la zona oeste de la cuidad, recorriendo unos 50 kilómetros de canalización, subdividida en tres sectores, con tuberías aisladas y un sistema de detección de fugas, así como una red virtual que comunique directamente a los edificios que dispongan de esta red con la central.
El proyecto llegará a la capital salmantina en dos fases; una primera para el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, que es el principal consumidor de emergencia de la ciudad, el Campus Miguel de Unamuno y sus áreas de influencia que son Huerta Otea, La Platina, y San Bernardo; y después una segunda fase que llegará directamente a los barrios de Pizarrales, Blanco, Carmen, Capuchinos, Vidal y Oeste.
La red de calor sostenible contará con una inversión de 35 millones de euros financiados por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del territorio, que logrará una reducción de emisión de gases de efecto invernadero de 39.000 toneladas CO2/año, incrementando así la independencia energética de la región, y que beneficiará a unas 9.000 viviendas y casi un centenar de edificios de uso terciario para que los salmantinos paguemos menos dinero en la factura de la luz y la calefaccion, ahorrando por tanto costes para las familias e instituciones.
Durante su intevención Carbayo ha expuesto que "es un paso muy importante para una Salamanca más verde, sostenible y saludable", que se complementa con otros proyectos ya en marcha en la ciudad como la integración del río Tormes en la ciudad, el reverdecimiento del casco histórico, la renovación de plazas y parques, y la plantación de árboles y flores. El alcalde también ha puntualizado que la implantación de esta red supondrá un ahorro de costes energéticos y disminución de contaminación. Quiñones también ha expuesto que "todo son ventajas" y que "es un signo de modernizar y un compromiso con el medio rural y la limpieza de nuestros bosques".
Respecto a las comunidades de vecinos, los beneficiarios principales de las fases en las que se va a instaurar son las que tienen sistemas centralizados, con una inversión que les supondría unos 30.000 euros, según el responsable de SOMACYL. Los vecinos que cuentan con calefacciones individualizadas también podrían disponer de este servicio, aunque la propia comunidad tendría antes que hacer la distribución necesaria para que se pudiera implantar. Los vecinos que estén excluidos de las fases adjudicadas podrán postularse y hacer llegar su interés a través de la Delegación Territorial de la Junta.
También te puede interesar