Este domingo, 12 de junio, Salamanca ‘se viste’ con sus mejores galas. Lo hace para celebrar la festividad de San Juan de Sahagún, patrón de la ciudad desde el año 1868 por su papel pacificador. Conocido por el nombre de Juan González del Castrillo y de origen leonés, también fue canónigo en la Catedral de Burgos, además de colegial del Colegio Mayor de San Bartolomé y, posteriormente, fraile agustino en el convento que la orden tenía en la ciudad charra. Para reconocer su labor de pacificador, el Ayuntamiento de Salamanca ha organizado una serie de actividades dedicadas al disfrute de los salmantinos, que llevan celebrándose desde el pasado viernes, 10 de junio, cuando el Patio Chico, el parque Elio Antonio de Nebrija y los entornos del Puente Romano acogieron los primeros espectáculos, siendo este último el lugar elegido para lanzar los tradicionales fuegos artificiales.
Para conocer más en profundidad esta festividad, nos tenemos que remontar al siglo XIX, cuando, aproximadamente 400 años más tarde, fue designado patrón de la ciudad después de que acometiera un gran papel en los enfrentamientos que habían tenido dos familias de nobles -la de Santo Tomé y la de San Benito-, que, durante décadas, estuvieron enemistadas a muerte porque se disputaban gobernar la ciudad. Además de esta hazaña, también se le atribuyen otros milagros como los surgidos en las calles Pozo Amarillo y Tentencio, ubicadas en pleno casco histórico de la capital charra. De hecho, esos dos milagros sirvieron para darles nombre a dichas calles. Tal y como relata la historia, la intervención de San Juan de Sahagún, beatificado por el Papa Clemente VIII y canonizado por Alejandro VIII en el año 1691, salvó a un niño tras caer a un pozo. Lo hizo logrando que subiera el nivel del agua para ayudarle a salir. El otro fenómeno fue protagonizado por un toro bravo que se escapó por las calles de la ciudad y al que pudo frenar diciendo la frase de “¡Tente, necio!”.
Por todas sus proezas, dejó una huella tan indeleble en la ciudad que su figura está muy presente en sus calles pese a que, a veces, puede pasar desapercibida. Lugares y objetos como el medallón con su imagen, situado en uno de los soportales de la Plaza Mayor -en el pabellón de Petrineros, a la izquierda si nos colocamos mirando al Ayuntamiento-, el bajorrelieve en la calle Traviesa, donde vivió antes de entrar al convento y la capilla de la Catedral Nueva, donde se encuentra una urna de plata con parte de sus restos, se suman a la Iglesia de San Juan de Sahagún, que se erigió en su honor a finales del siglo XIX, situada en la popular calle Toro y en la que, en su parte trasera, puede verse una escultura que representa al Santo, al monumento ubicado en la calle Pozo Amarillo, el cual representa el milagro de la salvación del niño caído al pozo y a la calle Tentenecio, más conocidos.
Su ordenamiento como fray y su actividad en la ciudad
Muy pocas personas son las que conocen el origen de esta festividad y la historia que hay detrás de la figura de San Juan de Sahagún. Juan González del Castrillo tenía alrededor de 26 años cuando llegó a Salamanca para cursar sus estudios de Teología. Mientras, vivió en el Colegio Mayor de San Bartolomé, en el que se fue acercando, poco a poco, al Colegio de los Agustinos.
Durante su noviciado, sirvió la comida y fregó platos. Mientras cursaba sus estudios, enfermó y, como los doctores no lograban diagnosticar su dolencia y una enfermedad lo postró en cama, le prometió a Dios consagrar su vida como religioso a cambio de su salud. Fue el 18 de junio de 1463 cuando se convirtió en Fray Juan de Sahagún y, al poco tiempo, comenzó a mejorar hasta el punto de recuperarse de sus dolencias.
Si bien el pueblo admiraba y quería a este sacerdote, conocido por su faceta valiente, no todos le veían con buenos ojos. Como predicaba la justicia y rechazaba la ambición, fue blanco de burlas, amenazas y desprecios de muchos salmantinos. Por eso, le expulsaron de Ledesma, donde defendió a colonos y criados, además de que no le dejaron entrar a los pueblos en los que gobernaba un noble por sus campañas en contra de las injusticias hacia los obreros.
Además de las labores anteriormente mencionadas, San Juan de Sahagún también convenció a muchos adúlteros para que abandonaran su vida de pecado, lo cual le llevó a la muerte. Una mujer despechada porque su amante acabó con la relación tras hablar con el fray prometió quitarle la vida y cumplió con su palabra: mandó envenenar la comida del santo, que falleció en el año 1479.
El programa de actividades para este 12 de junio
Después de que se hayan llevado a cabo varios eventos como un encuentro de bolillos en el Palacio de Congresos, una charanga con cabezudos o distintas representaciones teatrales, además de conciertos, este domingo, 12 de junio, Salamanca acogerá las siguientes actividades con motivo de la celebración de esta fiesta.
A las 12:00 horas, se llevará a cabo una charanga con cabezudos que partirá de la Plaza del Liceo y que seguirá su recorrido por las calles Azafranal, Cristo de los Milagros, Toro, San Mateo, Arco, Zamora, Plaza de los Bandos, Espoz y Mina, Plaza de la Libertad, Concejo, Brocense y Plaza del Liceo durante, aproximadamente, dos horas. Al terminar, se llevará a cabo un paseo solidario de vehículos clásicos, cuyos beneficios irán destinados a las Hermanitas de los Pobres.
Ya por la tarde, a las 18:00 y a las 19:30 horas, se llevará a cabo una representación teatral en la Plaza de los Leones, en el Huerto de Calixto y Melibea y en el Patio Chico. A las 20:00 horas, el Parque Elio Antonio de Nebrija acogerá un concierto que dará tributo a los Beatles y, a las 22:30 horas, habrá un espectáculo en la Plaza Mayor, enmarcado dentro del vigésimo aniversario de la capitalidad cultural europea de Salamanca.
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