La eficiencia y los buenos resultados del trabajo de los rastreadores de la Comunidad ha quedado evidenciada, a pesar del sobreesfuerzo realizado. En las últimas semanas, los rastreadores investigan los contactos de positivos de hasta una semana anterior, no de las últimas 48-72 horas, como se venía haciendo. Un nuevo sistema de rastreo, denominado retro-rastreo, explica CSIF, “que tiene una mayor capacidad para localizar los ambientes en los que se producen los contagios, y los factores de riesgo”, según el responsable del sector de Sanidad de CSIF Castilla y León, Juàn-Carlos Gutiérrez-Rodilla.
Uno de cada 10 contactos da positivo con este nuevo sistema de rastreo. Se trata de una técnica eficaz, pero que da más trabajo, puesto que el abanico de contactos es mayor y se trata de un seguimiento más meticuloso y largo que el que se venía haciendo hasta ahora, señala.
Por provincias, la reducción de rastreadores en los últimos cinco meses, de uno diciembre de 2020 a siete de mayo de 2021, ha sido especialmente llamativa en Salamanca y Valladolid con cien rastreadores menos (de 136 a 36), o en Burgos con 92 menos (de 139 a 47). En León se han suprimido 26 (de 132 a 106), en Palencia 16 (de 60 a 42), en Zamora 16 (de 44 a 28), en Ávila 15 (de 44 a 29), en Soria 2 (actualmente hay 30) y en Segovia uno (son 36). En el total de la Comunidad, se ha pasado en Sacyl de 760 rastreadores a 390, cuando el mínimo recomendado es de 464: 30 en Ávila, 70 en Burgos, 87 en León, 31 en Palencia, 64 en Salamanca, 29 en Segovia, 17 en Soria, 104 en Valladolid y 16 en Zamora.
CSIF destaca que los rastreadores de Sacyl son, prácticamente en su totalidad, enfermeras de Atención Primaria, a las que se suman algunos rastreadores de las fuerzas armadas. Por eso pide más personal en Atención Primaria para labores de rastreo, para que haya más rastreadores que puedan mantener el mismo ritmo de actividad: “Su labor es importante e imprescindible. Lo peor que ha podido hacer la Consejería de Sanidad es reducir drásticamente el número de rastreadores”.
El incremento de la movilidad por la desaparición de los cierres perimetrales autonómicos, la eliminación de los toques de queda, o la relajación de medidas restrictivas (como los límites de horarios de apertura de los establecimientos), va a propiciar la llegada de numerosas personas a las provincias de la Comunidad, y la aglomeración irresponsable de ciudadanos, sin respetar las medidas de seguridad y prevención. Es previsible, por tanto, que pueda haber un incremento de contagios, ahora que parece que la incidencia está más controlada en Castilla y León, considera CSIF.
Por ello, “la tarea del rastreo se hace más importante, si cabe, para controlar y hacer seguimiento de los brotes y contagios que puedan surgir, en esta fase, a la espera de que se vaya completando la vacunación”, recalca CSIF. En este sentido, recuerda que Castilla y León, en este momento, está rodeada por comunidades con incidencias de contagios y niveles de riesgo mayores, como ocurre con País Vasco, Madrid, Aragón o Cantabria.