Sacatrapos, clarea, hornazo, … así es la mejor cocina de Semana Santa en Salamanca

La gastronomía salmantina se basa en los productos de la tierra como legumbres, embutidos y dulces tradicionales y desde la Diputación se promociona a través del Club Salamanca en Bandeja

Limón serrano Imagen Diputación de Salamanca
Limón serrano Imagen Diputación de Salamanca

Incienso en las calles, sones de corneta, pasión, … La Semana Santa es un tiempo único donde la tradición, el arte y la fe salen a las calles de las ciudades y pueblos de Salamanca y lo inundan todo. Unas fiestas llenas de ritos en las que no pueden faltar las tradiciones culinarias con platos típicos de estos días de Semana Santa que muestran lo mejor de la cocina salmantina, del producto local y de cercanía, de la cocina de pucheros de nuestras abuelas.

Potajes, bacalao de diversas formas, garbanzos, embutidos, dulces, … el abanico es muy amplio en una provincia que tiene una amplia variedad de platos únicos que crecen todavía más cuando se elaboran con productos de calidad de la tierra. Productos que promociona la Diputación a través del Club Salamanca en Bandeja. Una apuesta por los productores locales que reivindica un lugar para la artesanía y la tradición gastronómica, una apuesta por la calidad en una iniciativa que ya cuenta con un centenar de asociaciones y que lleva lo mejor de la gastronomía salmantina por toda España.

La gastronomía típica de la Semana Santa de Salamanca conjuga lo mejor de los platos que ha dado esta tierra. Guisos, aromáticos dulces típicos, potajes y el infalible hornazo, culmen y cierre definitivo del tiempo de restricción de la Cuaresma y la Pascua.

Si en algo despuntan los platos típicos de esta tierra en estas fechas son los dulces. Las reinas de la Semana Santa son sin duda las torrijas, propias de estas fechas en todo el país que no pueden faltar en la mesa salmantina, desde las tradicionales a las especiales elaboradas con panes cargados de mantequilla como los brioche y acompañadas con cremas como la pastelera, la catalana, pralinés o las modernas de pistacho. Tradición y vanguardia en torno a una receta que nació como un aprovechamiento y que se daba sobre todo a las embarazadas. Pero si hay algo propio de nuestra Semana Santa son los sacatrapos. Típicos de la Sierra de Francia, estos dulces que recuerdan a los pestiños pero que prescinden de la miel en la receta se hacen estos días en numerosos pueblos. Se trata de una masa que se corta en tiras y se enrolla en un rulo, tradicionalmente de madera, para freírse después. Después se pasan por azúcar. No faltan tampoco los buñuelos u otros postres que hemos adoptado como los pestiños, bartolillos, leche frita e incluso las monas de chocolate que cada vez se ven más en las pastelerías y obradores.

Sacatrapos. Imagen Diputación de Salamanca
Sacatrapos. Imagen Diputación de Salamanca

En cuanto a los platos salados, sin duda, una receta única y exclusiva de Salamanca típica de Semana Santa es el limón serrano. Típica de la sierra de Francia, esta ensalada mezcla cítricos como naranjas y limones, huevos (cocidos o fritos) y chorizo y era el desayuno del Jueves Santo.

No falta en la mesa salmantina el potaje de vigilia. Garbanzos pedrosillanos, bacalao desalado, espinacas, huevo cocido, … ideal para las restricciones del ayuno en los Viernes en Cuaresma y en Viernes Santo. Las patatas viudas son otro clásico de estos días, un plato humilde a base de patatas, azafrán y pimentón. El bacalao, que fuera la gran alternativa a la carne durante le ayuno. Los huevos rellenos de Semana Santa tampoco faltan como alternativa. Huevos rellenos con yema, ajo, perejil e incluso atún y después guisados en una salsa verde.

Huevos de Semana Santa. Foto Quocinando
Huevos de Semana Santa. Foto Quocinando

En cuanto a las bebidas, la Semana Santa también tiene sus tradiciones. La limonada de Semana Santa es habitual en las casas de muchos pueblos de la provincia salmantina en estos días. Se trata de una limonada hecha con vino, naranja, limón, azúcar y canela que ha de reposar al menos uno o dos días. Por su parte, en Peñaranda tienen la clarea, una bebida que es típica del domingo de Ramos, cuando se celebra el día de los cortos. Una bebida a base de vino blanco, manzana, naranja, canela y almíbar que solo se puede consumir estos días de Semana Santa.

Y nada mejor que terminar con el plato estrella de la Semana Santa salmantina. Una propuesta que se ha hecho tan fundamental en la gastronomía de la provincia que ya se consume todo el año. Se trata del hornazo. Típico del lunes de Aguas, el siguiente lunes al lunes de Pascua, el hornazo sigue siendo el emblema de la cocina semasantera. Masa de pan, jamón, lomo adobado, chorizo, y en algunos casos, huevo cocido. Las variantes del hornazo dependen de la zona en la que estemos. La masa base es una masa de pan enriquecida en algunos casos con manteca, vino, en otros casos lleva azafrán, … cuadrado, redondo, con tajadas de embutido en lugar de rodajas e incluso con masa dulce, típico de Alba de Tormes. Enrejado o como se sigue haciendo en las casas, adornado con nombres o dibujos hechos con rulos de masa. El hornazo no falla en ninguna mesa y las calles de Salamanca ya mezclan el incienso y las velas con lo mejor de la cocina charra.

Hornazo de Salamanca. Foto Quocinando
Hornazo de Salamanca. Foto Quocinando
Relleno hornazo de Salamanca. Foto Quocinando
Relleno hornazo de Salamanca. Foto Quocinando

 

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