Rosetas, circunferencias y líneas en los muros de la Catedral de Salamanca, testimonios imperturbables del Arte de la Montea

"La mejor fuente para entender cómo se llega de un bloque de piedra a un arco, una bóveda o una escalera" también ha dejado su huella en la Clerecía, en el convento de San Esteban y en la USAL

Montea en la Catedral. Posible diseño para una bóveda o ejercicio geométrico.
Montea en la Catedral. Posible diseño para una bóveda o ejercicio geométrico.

Las piedras de Villamayor que conforman los edificios más emblemáticos de Salamanca son testigos del paso del tiempo y acaparadoras de miradas, especialmente cuando el sol se proyecta en ellas y les 'sustrae' sus bellos reflejos dorados. Lo que muchos desconocen es que también son testimonio del Arte de la Montea, "la mejor fuente para entender cómo se llega de un bloque de piedra a un arco, una bóveda o una escalera; es decir, para conocer los procesos constructivos que realizaban los canteros hasta llegar a construir los grandes monumentos que eran meras ideas en las mentes de sus creadores", señala Alexandra M. Gutiérrez-Hernández.

La doctora por la USAL ha sido reconocida este lunes, 17 de marzo, con el Premio Villar y Macías del Centro de Estudios Salmantinos por su trabajo 'Teoría y práctica del Arte de la Montea en el conjunto catedralicio de Salamanca', del que se hace eco Salamanca24horas para acercar a nuestros lectores uno de los muchos "secretos por descubrir que ofrece el patrimonio monumental de la ciudad". Un secreto que se encuentra forjado en líneas rectas y curvas, en formas geométricas que posibilitaron el control de la fisionomía de construcciones tan importantes como la Catedral o la Clerecía.

Monteas
Monteas en la Catedral de Salamanca

El Diccionario de Arquitectura Civil define a la montea como un "dibujo de tamaño natural que en el suelo o en la pared se hace del todo o parte de una obra para hacer el despiezo, sacar las plantillas y señalar los cortes". Los canteros las realizaban en cualquier lugar que se prestara para tal fin: desde muros a terrazas, pasando por los huecos que se escondían bajo las escaleras y las tribunas. En estas ubicaciones "tan dispares", y de manera ocasional, unas se superponen sobre otras: "Era habitual tender una base lechada con la que preparar el soporte, ejecutar, la montea correspondiente y una vez que ya no era necesaria, podía aplicarse otra capa de yeso sobre la que se realizaba un nuevo rasguño". 

Monteas en la Catedral de Salamanca

Monteas
Monteas

"Durante sus casi nueve siglos de vida, nunca se había reparado en la cantidad de monteas, trazas y grafitos que se conservan en los parámetros del conjunto catedralicio, a pesar de ser testigos de su propio devenir histórico". Alexandra M. Gutiérrez-Hernández defiende que esos elementos deberían de ser considerados como parte de la riqueza patrimonial de la construcción, aunque reconoce que unos poseen más interés que otros, como la montea de una trompa que se localiza en el pasillo que se abre a la altura del triforio y que representa el diseño de parte de la bóveda. Consta de un diámetro de 88 centímetros, así como de un despiece de quince dovelas. 

Más visible al público son las dos superposiciones de monteas que se encuentran a ambos lados de la Portada del Nacimiento y que han sido 'tapadas' parcialmente por cruces conmemorativas de mármol. La de la derecha contiene una roseta, así como líneas rectas y curvas "que parecen formar arcos de dos tipos (medio punto y escarzano". La de la izquierda, en cambio, presenta trazados de mayor complejidad que corresponden a un cuarto de esfera con despiece de dovelas o a una moldura, entre otros elementos de interés. 

Monteas
Monteas en la Catedral de Salamanca

La Catedral de Salamanca se erige, pues, como una construcción en la que admirar monteas en todas sus formas geométricas, como las ya citadas rosetas. Estas son circunferencias "con una especie de flor inscrita en ellas. Las flores pueden ser de 4, 6, 8 o más pétalos". Respecto a su cometido, todo parece indicar a que se trata de "un ejercicio básico para la formación de los canteros y lograr, así, conseguir las habilidades necesarias propias de la profesión". También se ha interpretado como un símbolo de carácter mágico o protector que serviría para espantar a los malos espíritus. 

Monteas
Roseta con seis pétalos en la Catedral de Salamanca

Otros ejercicios de carácter geométricos son circunferencias o espirales. "Al igual que sucede con el ejemplo anterior, entendemos que se trata de elementos relacionados con la adquisición de destreza por parte de los canteros". También podían responder a "una intención mayor, al menos inicialmente". Es decir, que el trazado no llegó a concluirse porque el maestro ya no lo necesitaba. Este tipo de rasguños se han localizado en 27 lugares distintos de la Catedral, como en el muro interior que soporta la verja de acceso a la Capilla de San José o en la escalera de tramos rectos de bajada desde la torre sur a la Capilla de la Piedad.

Ejemplos en otros monumentos de la ciudad

Posible montea para la tracería del claustro de San Esteban. Digitalización de José Santos Torres sobre fotografía de A. M. Gutiérrez-Hérnandez
Posible montea para la tracería del claustro de San Esteban. Digitalización de José Santos Torres sobre fotografía de A. M. Gutiérrez-Hérnandez

Los muros de la Clerecía también son testimonio del Arte de la Montea. Conservan "un verdadero cuaderno de cantería", con una superposición de trazas y monteas en escalas reducidas, destacando la que corresponde al diseño de la cúpula que cubre el crucero de la iglesia del antiguo Colegio Real del Espíritu Santo. Esta compite en interés con la localizada junto al confesionario del convento de San Esteban al que Santa Teresa acudía a confesarse a diario durante su estancia en Salamanca. Se trata de una marca compuesta por un "arco de medio punto de gran tamaño con despiece de dovelas" así como por otros elementos. 

Esta pequeña muestra "de lo que se ha descubierto en los monumentos pétreos salmantinos" se complementa con las trazas existentes en el edificio de Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, en el muro noroeste del patio de las Escuelas Menores e incluso en la Biblioteca General Histórica. "En la sala antigua, entre las estanterías y la pared, hay un espacio que hace años abrimos casualmente. No lo sabíamos, no estaba escrito en ningún lado. Entramos a ver qué había y encontramos cosas diversas, como monteas", ha reconocido recientemente Margarita Becedas, directora del centro de investigación bibliográfico de la USAL, a este medio. 

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