Una nueva planta, vista a menudo por zonas de la provincia como Alba de Tormes o Ciudad Rodrigo, ha invadido estos días el río Tormes. Se trata de la azolla, un helecho de agua que apenas había aparecido por la capital en las orillas en pasados años y que ahora se ha extendido de manera importante por la superficie del agua.
Así, le dan un toque de color rojizo al río en las zonas en las que se ha instalado y, aunque no se trata de nada peligroso, sí puede provocar la muerte de plantas acuáticas sumergidas, ya que este tipo de helecho impide la entrada de luz.
Provoca, asimismo, según los expertos, una falta de oxígeno, que unido también a la falta de luz, puede provocar también la desaparición de especies animales.