Ni se prohibió su trabajo cuando se decretó el estado de alarma ni tampoco cuando se promulgó el “permiso retribuido recuperable”. El de reparto de comida a domicilio ha sido otro de los sectores que no ha frenado su actividad con motivo de la crisis del coronavirus.
Los fines de semana, precisamente, son días en los que habitualmente se pide comida a domicilio. Por eso, no es de extrañar ver a grandes grupos de riders cerca de diversos restaurantes, estampa que se pudo observar este pasado sábado junto al centro comercial Vialia.
Y es que los pedidos de comida a casa apenas se han reducido con motivo de esta crisis. Sí que los primeros días pudo haber más miedo entre el consumidor pero, una vez han ido pasando los días, la gente ha vuelto a recuperar una costumbre ya adquirida en el pasado.
De hecho, se da la circunstancia de que hay restaurantes que se han apuntado por primera vez a las diversas plataformas que ofrecen comida a domicilio como intermediarias -estas plataformas ponen los riders o repartidores- como forma de expandir su negocio durante el tiempo que tienen que permanecer cerrados.
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