La sanidad pública no se encuentra viviendo unos tiempos del todo agradables, en donde las listas de espera se acumulan o, la propia calidad asistencial se ve afectada por la falta de personal. En este caso, la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública ha realizado una valoración al respecto, y es que a pesar de que muchas organizaciones han publicado que se necesitan médicos, la realidad es otra en Castilla y León y más en concreto en Salamanca, sí hay profesionales, pero están mal ubicados.
En el informe que se ha publicado han sido muy concretos con las necesidades que tiene la capital del Tormes y su provincia, crear y eliminar plazas en pro de situarlas en otros lugares donde sea más necesarias para, de este modo, realizar diferentes cambios que adecuen los recursos humanos, en este caso los médicos de familia, a las necesidades de la población urbana y rural y dar, pues, una atención en cuanto a sanidad que sea equitativa.
Para entender este cambio que se quiere realizar, habría que remontarse hasta 1984, con el Decreto sobre Estructuras de Salud, con diferentes cambios a lo largo de los años. En 1988 sobre delimitación básicas de zona salud, el primer mapa sanitario realizado; 14 años después, en 2022, estableciendo demarcaciones asistenciales en ZBS; en 2010 con la ordenación del sistema de salud de Castilla y León; y finalmente, el Plan de Ordenación de Recursos Humanos en donde se reestructura de la Atención Primaria.
En todos estos años, se han realizado ‘infinidad’ de modificaciones, en donde se han realizado ajustes en las plantillas médicas delimitando las zonas de salud y, por ende, incrementando o decreciendo el ratio que atienden los médicos por cada tantos habitantes. De este modo se ha comprobado que Mapa Sanitario de Salamanca tiene ciertas carencias aportando unos hipotéticos cambios que mejorarían la situación.
Desde 2023, se ha ido realizando este estudio en donde se ha analizado la población asignada en función de la geografía y la estructura demográfica. Entre ellas, un total de 36 Zonas Básicas de Salud divididas en cuatro tipos: 11 urbanas, 3 semiurbanas, 3 periurbanas y 20 rurales.
Entre todo esto, se ha detectado un gran problema, la desigualdad en la distribución de recursos. En el conjunto de la provincia la ratio es de un médico por cada 929 personas, datos muy positivos comparados en España en donde existe uno por cada 1.356 personas. Esto deja entrever que la carga laboral de algunos médicos es mayor entre unas zonas y otras.
Zonas Básicas de Salud: por zonas y ratio necesario
En las once Zonas Básicas de Salud urbanas de Salamanca, la ratio es de uno para 1.400 pacientes, mientras que en las rurales es de una por cada 600 pacientes. Un exceso de carga en las ciudades mientras que en los pueblos de Salamanca hay un claro déficit de los mismos. Para que fuera más equitativo, se necesitaría contratar 24 médicos de familia más en las once zonas urbanas, en donde pasarían de 1.400 pacientes a unas 1.100 por profesional sanitario. Esto haría que los cupos óptimos fueran estos según el estudio que ha publicado la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública: “De los 107 médicos de familia urbanos, sólo 13 tienen entre 1.100 y 1.300, 77 están entre 1.300 y 1.500 y 17 superan las 1.500 personas adscritas. Para este grupo se aprecia una ratio elevada y con solo un 12,15% de los médicos con cupos óptimos y el 87,85% superando el cupo óptimo”.
En las tres Zonas Básicas de Salud periurbanas de Salamanca sería necesario seis nuevos médicos para reducir un total de 160 personas por médico hasta los 991, además, cabe destacar que “de los 41 médicos de familia, 8 tienen menos de 600 personas, otros 8 tienen más de 600 y menos de 1.100, 4 tienen entre 1.100 y 1.300, 8 están entre 1.300 y 1.500 y 13 tienen más de 1.500 personas adscritas. Estas ZBS se caracterizan por formar parte del alfoz de Salamanca con poblaciones junto a Salamanca de crecimiento rápido y número importante de Residencias de Mayores”.
En las dos ZBS semiurbanas de Salamanca no se producirían cambios significativos al tener un ratio de 844 personas por médico, por lo tanto “las dos poblaciones donde se ubica el centro de salud de Béjar y Ciudad Rodrigo, tienen parecidas características a la capital Salamanca en la prestación de servicios sanitarios y el resto de la zona es población con características rurales”. Eso sí, habría que mejorar el acceso a estos centros médicos.
Por último, en las veinte ZBS rurales de Salamanca se reduciría en 29 profesionales, aumentando en 144 personas, hasta las 671, el ratio médico por paciente: “como media el cupo de un médico de familia urbano tiene 991 personas más que el mismo médico en el medio rural. Esto quiere decir que un médico de familia urbano tiene como media un cupo de población no el doble, sino 3,5 veces superior a la media de los 107 médicos con menos de 600 personas adscritas en las 20 ZBS rurales”.
Zonas de Salud por núcleo poblacional según la ADSP
- ZBS urbanas: Alamedilla, Garrido Norte (Sisinio de Castro), Garrido Sur, Pizarrales-Vidal, San Bernardo Oeste (C.S. Miguel Armijo), San Juan, Sancti Spiritus-Canalejas (Centro F. Villalobos), Tejares, Universidad Centro (F. Villalobos), Castro Prieto (San José) y Centro de Salud Capuchinos.
- ZBS semiurbanas: Béjar y Ciudad Rodrigo.
- ZBS rurales: Alba de Tormes, Aldeadávila, Calzada de Valdunciel, Cantalapiedra, Fuenteguinaldo, Fuentes de Oñoro, Guijuelo, La Alberca, La Fuente de San Esteban, Ledesma, Linares de Riofrío, Lumbrales, Matilla de los Caños, Miranda del Castañar, Pedrosillo El Ralo, Peñaranda de Bracamonte, Robleda, Tamames, Villoria y Vitigudino.
- ZBS periurbanas: Santa Marta de Tormes, Villares de la Reina y Carbajosa de la Sagrada.
Ventajas, desafíos y conclusión
Entre las ventajas que se tendrían serían que esto mejoraría la accesibilidad y la calidad de la atención, además de que tendrían como gran desafío en la Consejería de Sanidad hacer una correcta reestructuración reubicando a los profesionales. Asimismo, el planteamiento sería claro en cuanto a transporte, haciendo que sea a la demanda para que las zonas rurales tuvieran acceso total a la sanidad.
De este modo, se conseguiría que los recursos se optimizaran, además de mejorar la calidad asistencial. Además, los criterios que se han expuesto vienen desde “la ciencia y lo técnico”, lo que hace que gane mayor peso al ser los profesionales los que han realizado el estudio. Por último, se “busca un equilibrio en función de la dispersión y las necesidades de la población”.
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